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Narrador omnisciente

Nadie en la casa se imaginaba que Eva no estaba en su habitación, a ninguno se le ocurrió que algo malo podría estar pasandole, asi que no le tomaron importancia cuando no la vieron bajar a desayunar

Pasaron las horas y aunque se les hacia extraño no verla, supusieron que ella no había querido salir porqué se sentía deprimida con la ausencia de Lisandro

Ares- ¿Han visto a Zeus? Lo he estado buscando pero no lo encuentro

Delia- debe estar con Ev en su habitación

Sarai- ¿Aún no ha bajado?- preguntó mientras le daba su leche a su pequeña hija y todos negaron con la cabeza

Delia- ve a verla Ares y llévale su desayuno- este asintió y después de ir a la cocina y tomar un plato con panqueques se dirigió a la habitación de Eva

Toco la puerta pero no recibió respuesta

Ares- Ev... voy a pasar pequeña, te traje panqueques- tomo el pomo de la puerta y lo giró

Entro a la habitación y miró la cama vacía pero bien organizado con algunas prendas de ropa encima de ella. Con un mal presentimiento dejo la comida en la mesita de noche

Ares- ¿Eva?- camino hacia el armario pero al no ver a nadie fue al baño- ¡Eva!- grito al no verla en el baño- ¡¿Dónde estás?! ¡Esto no es divertido, cariño!. Carajo, Yo jamas te dije así! Si Lisandro estuviera aquí ya estaría muerto

Recorrió la habitación entera y al no encontrar a Eva decidió concentrarse en su olor

Empezó a seguirlo pero al llegar a la puerta trasera de la casa dejo de sentirlo

Ares- carajo, esto no me esta gustando

Mientras tanto, Eva estaba despertando de aquel desmayó

Abrio sus ojos lentamente parpadeando varias veces y miro a su alrededor

No sabia donde estaba y el miedo poco a poco se iba apoderando de ella

Se encontraba en una habitación un poco pequeña, sus manos están atadas con esposas a la cabecera de la cama donde ella se encontraba. Si no fuera por la luz de la pequeña ventana con los vidrios blindados no sabria si es de día o de noche

Elisa- ya era hora de que despertarás

Ev dio un pequeño salto en la cama por el susto, no se había percatado de su presencia

Eva- ¿Por qué estoy aquí?- pregunto intentando no mostrarse débil

Elisa dio unos cuantos pasos hacia enfrente y tomo asiento en la silla que se encontraba a lado de la cama

Elisa- eso es muy sencillo. Quiero a Lisandro solo para mi y tú, interfieres mucho con mis planes

Eva- ¿Va-vas a matarme?- cubrió con sus manos su vientre abultado intentando de alguna manera protegerlo

Elisa- claro que no, no soy un monstruo Eva, solo te quedaras aquí hasta que Lisandro me marque, luego te dejare ir, siempre y cuando tenga por seguro que jamas volveré a verte

Elisa no tenia planeado lastimarla o algo por el estilo, de cierta forma sentía lastima por Ev, sabia que los humanos eran muy débiles y que seria muy fácil deshacerse de ella

Eva llego a dudar un momento si Lisandro escogería a Elisa, pero esos pensamientos se fueron rápidamente, si de algo estaba segura, era de que Lisandro la amaba y que iría por ella

Eva- ¿Y que pasa si Lisandro no te marca?

Elisa- no pasará, acomodé tus cosas y deje un par de pistas falsas que le hará entender que huiste, va a estar destrozado por el vínculo obviamente, pero yo estaré ahí para consolarlo y cuando menos nos demos cuenta esos sentimientos que quedaron en el pasado regresaran

Mi Pequeña LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora