Capítulo ²

6.8K 952 177
                                    

La pequeña oveja rosa de la familia de metaleros estaba en su habitación jugando con sus muñecas y sus preciosos peluches de unicornios

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La pequeña oveja rosa de la familia de metaleros estaba en su habitación jugando con sus muñecas y sus preciosos peluches de unicornios.

Concentrada en su juego, hasta que oyó que la puerta de la habitación de al lado se abrió, rápidamente se puso de pie y asomó su cabecita por la puerta de su propio cuarto.

Miró a su hermano Dee, se acercó hasta él.

—- ¿A dónde vas, DeeDee? —- la menor cuestionó con una sonrisa.

El rubio la miró de reojo.

—- Iré a dar una vuelta, volveré más tarde —- estaba por irse, pero la manita de la nena lo agarró por su camisa —- ¿Qué sucede?

—- ¿Puedo ir contigo, porfi? —- puso ojos de perrito para tratar de convencerlo.

—- ¿Porqué mejor no vas a jugar con Heavy? —- trató de hacer que ella se quedara.

—- Él salió con mami, ¿puedo ir contigo, porfi? —- volvió a preguntar.

El rubio suspiró, y asintió, no podía negarle nada y además sabía que le podría hacer alguna travesura si ella se enojaba con él.

—- Pero serás una niña buena, ¿bien?

La nena asintió con entusiasmo y corrió hasta su habitación, agarró su peluche de vaquita rosa para volver con su hermano mayor.

Ambos salieron de la casa, con Dee tomando la mano a la más pequeña.

Caminaron un poco, llegaron a un parque que estaba algo solitario, en una banca había una chica sentada que en cuanto vió a Dee acercarse se puso de pie.

La nena rápidamente miró a su hermano.

—- ¿Tienes una cita, DeeDee? —- la nena cuestiona.

—- Si, no la vayas a molestar —- el mayor la miró.

(N) solo sonrió de manera inocente.

—- No prometo nada —- esa chica no le daba buena espina, sus vibras no le gustaban.

Cuando estuvieron a un paso de la chica, esta miró de arriba abajo a la más pequeña.

—- ¿Porqué trajiste a esa niña? —- cuestionó con un tono fresa desagradable.

La menor no se inmutó, seguía sonriendo.

—- Es mi hermana, no había nadie que la cuide, por eso vino conmigo —- mintió, no le había gustado el tono que usó para la nena.

—- Como sea, vamos, debes invitarme un helado —- la chica comenzó a caminar hacia una heladería.

Dee suspiró y la siguió, (N) solo apretó contra ella su peluche de vaquita.

 ¡𝐂𝐔𝐏𝐂𝐀𝐊𝐄𝐒! ━ Metal FamilyWhere stories live. Discover now