Katsuki saltaba de edificio en edificio, joder. Estaba jodido. Izuku siempre tuvo la razón.
Fue ridículo ocultarle las cosas a su esposo. Ahora lo buscaba desesperado por toda la ciudad. Finalmente, Shotoidiota le dijo dónde estaba.
Momentos antes.
— ¡¡ NO ES CIERTO!!! - Gritaba enojado - ¿Que mierda te pasa?
— Te lo repito, me gustas - Expresó sonrojada - Me gustas y realmente no me importa tu pareja, nosotros podemos…
— ¿Nosotros? - interrumpió Katsuki - ¿Que nosotros? Nosotros nada y escucharme bien - Dijo con furia - ¡¡No me gustas!!
P-ero yo pensé q- que tal
..vez - tartamudeaba - ¡¡tu aceptaste salir conmigo!!
— ¡¿Ah?! - la estúpida se está confundiendo - Esa maldita vez, ¡¡me partí la maldita espalda triplicando mi turno de trabajo!! Y solo tomé esa maldita invitación porque era una celebración para mi, ¿Sabes por qué? - mirko negó - Porque termine de pagar el maldito préstamo, porque solo me faltaba una semana para renunciar y porque no vería más tu patética y horrible cara. Además, me gustan los penes.
A ese punto, la heroína mayor se encontraba llorando y trató de acercarse a Katsuki pero fue apartada de un manotazo.
— Te juro que si me tocas otra vez te exploto la maldita cara - advirtió - No me importa que seas mujer. Ah y otra cosa. Si me entero de que tuviste la culpa de cambiar a MI esposo de turno, ¡estás jodida!
— Tu…¡¡TE ARRUINARE!! - Gritaba desesperada.
— Suerte con eso, puta - le saco el dedo del medio.
Bakugo se apresuró y se fue ignorando los gritos de la loca, tenía que hacerlo desde hace mucho tiempo, lamenta tanto ser un completo idiota. Buscaría a Izuku por cielo, mar y tierra. No podía perderlo, no ahora que finalmente consiguió hacer el sueño de su esposo posible.
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Izuku ya se podía ir, pero no quería regresar a casa, no después de lo que le dijo a Katsuki. Si, se equivocó. Sus pensamientos se dispersaron cuando tiraron la puerta de una patada. ¿Qué rayos?
— ¡¡Izuku!! - Grito Katsuki - ¡¡VEN CONMIGO!! - Lo alzó y lo arrojó sobre su hombro.
— ¿Qué rayos te pasa? Bájame, ¡¡Bruto!! - pataleo, pero fue ignorado. Lo estaban llevando a la azotea para luego empezar a saltar con explosiones a un lugar desconocido.
Fue secuestrado en contra de su voluntad.
Bakugo tenía su uniforme de héroe y una apariencia tosca, como si hubiese corrido un maratón de 5 horas sin descansar.
— Quédate quieto - Gruño, e Izuku se tenso, no le quedó de otra que solo tratar de no lastimarse el estómago.
10 minutos después estaban en un edificio bastante grande y al parecer lujoso, solo que estaba vacío. No había nadie. Entraron por la puerta de entrada, Katsuki tenía las llaves. ¿porque tenía las llaves?
Fue sentado con cuidado en un pequeño mueble que aún tenía el plástico pegado, noto que era nuevo. Katsuki se agachó y colocó su cabeza en las rodillas de Izuku. Está temblando.
— Joder…Nerd tenias razón, tenias razón - Su voz se estaba quebrando - La perra se confeso hoy - tenia un sentimiento de culpa horrible - Yo le dije que nunca me gusto, siempre has sido tu, te lo juro que solo te amo a ti. Por favor nerd, por favor, no me dejes - Sollozo.
— ¿Por qué? - Quería llorar pero aguantaba - Tu llevas semanas ignorándome, cuando te hablo no me prestas atención y ya ni siquiera me tocabas - Trato de apartarse pero el agarre en sus piernas era fuerte - Y luego pasas horas con ella, no quise pensar que hiciste trampa, solo que…Olías a ella, llegué a pensar que mi cuerpo es asqueroso y por eso no querías verme. ¿Por qué ahora?
