LA AMABLE HERMANA MAYOR YA NO EXISTE

PARTE 18

- ...

Su amado nieto había muerto repentinamente en los cotos de caza.

- Abuelo...

Llamó Noël acercándose a él, pero no pudo decir nada. Noël, que había entrado en la mansión cuando era niño, ahora se había convertido en un joven decente.

Sin embargo, durante el largo tiempo que Noël había vivido allí, William ni una sola vez lo miró. Fue porque sabía que su nieto tenía miedo de que su afecto se dirigiera hacia Noël.

Cuando su hijo falleció debido a una enfermedad, la obsesión de su nieto se intensificó. Por lo tanto, la brecha entre él y Noël se había ampliado hasta el punto de que ya no era reconciliable.

Un día, el joven Noël entró en su habitación. Sin embargo, el Gran Kristen no le había dicho una palabra al joven. Como si no existiera en absoluto, el anciano había hecho la vista gorda ante Noël.

Fue un incidente desafortunado, alimentado por una inexpresable inseguridad en ambas partes. El joven Noël sólo quería ser reconocido como nieto de su abuelo. El abuelo no quería perder al único nieto que reconocía.

Noël había salido de la habitación después de sólo poder mirar su espalda. Su coraje se había ido por la ventana y no sabía cómo comunicarse con el hombre al que llamaba su abuelo.

Hasta ese momento, William todavía había pensado que era lo correcto. Más tarde se dio cuenta de que su elección había sido equivocada. Pero entonces su nieto murió repentinamente.

William había pensado, ¿Por qué tenía que morir el niño? Era sólo un niño pobre que había anhelado el amor toda su vida y tenía miedo de perder el único afecto que tenía por causa de un hermano que había aparecido de repente. ¿Por qué, de toda la gente, tuvo que morir el niño?

Así que la flecha del dolor y la ira se dirigió hacia el superviviente Noël.

- ... Tú no eres mi nieto.

Declaró fríamente.

CAPÍTULO 42 - PERO ÉL ES MI NIETO

- ... Tú no eres mi nieto.

La voz del Gran Kristen sonó fuerte y clara.

- ...

Los ojos de Noël temblaron. Estaba visiblemente conmocionado. Para él, esas palabras fueron el golpe más duro recibido en su joven y frágil corazón. Más tarde ese día, William se culpó a sí mismo por ser emocionalmente abusivo, un defecto de su racionalidad paralizada en ese momento. Sin embargo, la distancia entre los dos ya era tan amplia que ya no podían enfrentarse.

En lugar de reducir la brecha entre ellos, William decidió hacer lo que pudiera por Noël. Lo cual, irónicamente, era una condición que Noël consideraba que le hacía la vida más difícil. Para heredar el Ducado, Noël debe casarse con una mujer que William aprobase.

Fue porque William había aprendido que 'ellos' desconfiaban de Noël y estaban tratando de hacerle daño. Conocía la capacidad de Noël. Era un hombre excelente y fuerte, pero había un área en la que no estaba bien versado.

William, que estaba más familiarizado con esta nobleza intrigante y había sido testigo de ello, sabía que no había muchas maneras en que 'ellos' pudieran llegar a Noël... Pero una forma de derribarlo era a través de una mujer. Para seducirlo.

Por lo tanto, la única forma en que William podía proteger a Noël mientras mantenía la distancia eliminada, era a través de este método.

William no podía contarle eso a Noël porque había pensado que no le creería. Entonces, trató de dejar la impresión a ojos de 'ellos' de que no elegiría a Noël como su sucesor.

William ignoró y rechazó deliberadamente a Noël, con el fin de mantener una cierta distancia para demostrar su validez. Puso una condición ridícula y unilateral para Noël, que tan desesperadamente deseaba la aprobación de su abuelo: "Sólo si te casas con la mujer que yo apruebo, se te permitirá heredar el ducado".

El plan de William era conectar a Noël con una mujer confiable en la que pudiera confiar más tarde.

Su plan era proteger a Noël a su manera. Pero antes de que pudiera llevar a cabo este plan, Noël trajo a casa a una mujer. Era Irene Chase, la primera hija del Conde Chase.

William no creía en Irene ni en ninguna agenda que ella tuviera. Pensó que Irene debía haberse acercado a Noël para ser la Gran Duquesa. Entonces, si él se alejaba de ella un par de veces, pensaba que ella se rendiría por su propia voluntad. Después de todo, eso era lo más superficial que sería una mujer que buscaba un título.

- Señor, volveré mañana. Buenas noches.

Ella habló en voz baja.

Sin embargo, Irene siguió visitándolo. La chica tampoco se promocionó ante él, ni elogió a Noël, simplemente miró su espalda y luego se fue. En esa ocasión, él también había mirado obstinadamente la pared, pero por su previsión pudo ver cosas como los movimientos de Irene a través de la ventana. La observó a medida que pasaba el tiempo.

A medida que pasaban los días, William también adivinó que Irene no se acercaba a Noël con malas intenciones. Sin embargo, él se negó a reconocerla.

Noël era joven, por lo que William pensó que debía mantener seguro su futuro. También quería hacer lo que no hizo por Noël cuando era joven.

Sin embargo, William era consciente de que se trataba simplemente de su terquedad. Después de mirar la pared durante mucho tiempo, de repente se volvió difícil volver a mirarla. Quizás por eso simplemente prolongó el tiempo. Pero su terquedad lastimó a otra persona.

Un día, la niña que lo visitaba constantemente no regresó. Pensó que Irene finalmente se había rendido. Pero al mismo tiempo sentía lástima por ella.

Se sintió vacío en ese momento y pensó que tal vez habría mirado hacia atrás si Irene hubiera aguantado un poco más.

Pero entonces, lo que esperaba se hizo realidad, al día siguiente la niña regresó. Se centró nuevamente en su coraje, pero hoy podía sentir que la niña no era la misma de siempre. Al levantar su dedo, sintió como si el niño colapsara bajo un peso invisible.

- Quizás hoy sea el último día que venga aquí...

respiró Irene.

Al oír la voz de Irene, William contuvo la respiración. ¿Renunció a la esperanza de ser reconocida por él?

Entonces, un suave sollozo llenó la habitación vacía. Al mismo tiempo William se dio cuenta de que el sonido había salido de los labios de Irene.

- Pensé que, si esperaba mirando tu espalda así, algún día te darías la vuelta para mirarme.

Irene continuó. Su voz viajó hasta el suelo mientras mantenía la cabeza gacha.

- ...

William permaneció en silencio. En su interior comenzaba a formarse un gran nudo, los lazos de emociones complicadas se apresuraban a alterar su racionalidad. Sin embargo, en la superficie, entrenado como siempre, seguía siendo el estoico Gran Kristen.

- Pensé que estaba acostumbrada a mirar a alguien que nunca me miraría. Pensé que tenía que hacer lo que siempre hice... pero supongo que no funciona así. Fue duro y estaba exhausta, pero al final nada cambió. Aun así, no quería rendirme...

Las lágrimas comenzaron a brotar nuevamente de los ojos de Irene, a pesar de que sentía que hacía mucho que se le había secado el suministro de lágrimas, debido a todo lo que había llorado la noche anterior. Sin embargo, se transmitieron su sensibilidad y agravio.

De hecho, esas palabras no estaban dirigidas al Gran Kristen. Esas palabras eran en realidad lo que Irene realmente quería decirle a otra persona.

- ...