Capítulo 30/1

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Feliz primer millón de lecturas

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Feliz primer millón de lecturas. Es mi primera novela que alcanza esa cantidad estando en curso. Gracias por tanto amor para Christian y Abril, me calienta el corazón que los quieran tanto. Gracias por esperarme, y siempre comprender ❤️ 

30.1 Eternamente tu imbécil 

🏁Christian🏁

El casco negro que cubría mi cabeza ocultaba mi cara de las personas que se encontraban entrando al lugar, aun así, mantuve una velocidad ridícula para no llamar la atención de nadie mientras maniobraba para rebasar a los autos que llevaban a los invitados. Se suponía que debía estar llegando en uno como el resto de mi equipo, y no desplazándome sobre una motocicleta, con un estúpido traje en el que me sentía asfixiado.

Avancé en medio de tráfico lento en dirección al estacionamiento subterráneo, sintiendo como mi odio por Lena que crecía todos los días se hallaba fuera de control. Su presencia fue la razón por la que me vi obligado a llegar de aquella forma, a escondidas y apresurado, para evitar a toda costa que las cosas salieran a como ella pretendía.

El estacionamiento se encontraba en un silencio absoluto que se rompió por el ruido del motor. Abel era la única persona que estaba ahí, esperándome en el punto que me indicó a través de una llamada. En su mirada había un brillo de autosuficiencia, propio de quien tiene una situación complicada bajo control, a pesar de nuestros constantes roces, no me molestó la arrogancia que evidenciaba. El tipo tenía motivos para sonreír así, se hallaba manejando con eficiencia la crisis en la que nos metió Lena.

—¿Nadie te vio?

Negué antes de quitarme el casco que dejé entre sus manos y bajé de la moto luchando por mantener la cabeza fría y no dejarme llevar por la irritación que en ese instante sentía. Tenía una amplia ventaja en la guerra silenciosa que libraba con Lena, en pro de conservarla estaba dispuesto a controlarme.

—Estoy seguro de que no. ¿Dónde está Cristal?

—Haciendo lo que le pediste. Ven, sígueme —me indicó, señaló un pasillo al que se dirigió, no sin antes cerciorarse que lo estuviera siguiendo.

—¿Tú hiciste lo que te pedí?

Abel asintió sin verme, centrado en guiarme por el pasillo que supuse nos llevaba hacia el evento, por el ruido que se hacía más fuerte a medida que avanzábamos. En cuanto mi jefe de prensa me llamó para advertirme de la presencia de Lena y su intención de emboscarme para propiciar un encuentro justo frente a los medios, le pedí que evitara su paso por la alfombra.

—Christian, no podemos sacarla del evento porque será un escándalo, pero logré hablar antes con el encargado de medios. No desfilará por la alfombra, ella aún no lo sabe, le dijeron que debe esperar unos minutos que sea el turno de los invitados especiales. La pondrán al tanto después de que tú pases por la alfombra, cuando ya te encuentres dentro del lugar, así evitamos que intente hacer algo.

Fuimos momentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora