Capítulo 3

38 4 0
                                    

•Capítulo 3•

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Capítulo 3

-.Llevaba unas horas atada. El chico no me desató, solo intentó darme de comer; luego de varios intentos, se rindió y se fue. El lugar parecía haber sido hecho a mano; todo lo que conformaba el cuarto era de madera, el olor del bosque estaba en la habitación haciéndola cómoda.-

-Deberías comer algo-. Dijo una voz masculina. Salté por el susto, miré al mismo chico rubio de la anterior vez. No contesté. -Morirás de hambre, y créeme que Pan no tarda en perder la paciencia. Además, ha tenido mucha contigo.-

-No me importa, solo quiero irme de aquí-. Espeté bruscamente.-

-Me dijo que viniera a desatarte. Queremos darte la bienvenida de una forma más apropiada-. Se sentó a mi lado y acercó su mano a las sogas.-

-.Me desató de una forma brusca, y al pasar mi mano por las quemaduras causadas por el roce de las sogas, sentí el dolor persistente.-

-Primero iremos a darte un baño, ya que de verdad lo necesitas, te daremos ropa nueva y comida-. Sonrió. -Puedes usar esas botas-. Señaló las botas.-

-.Arqueé una ceja. Me parecía ridículo de la forma en que me hablaba como si no hubiese pasado nada, pero le seguiré el juego para no poner mi vida en riesgo. Al levantarme, sentí mucho dolor, pero me puse las botas y salí con lentitud del lugar junto con el chico.-

-.Cuando salimos de lugar había muchos chicos; parecía que estaban trabajando, otros jugando y uno que otro descansando. Algunos notaron mi presencia y le avisaron a sus amigos, haciendo que todos me voltearan a ver como si nunca hubieran visto a una chica o desde mucho no hubieran visto una.-

-¿Cómo te llamas?-. Preguntó el rubio.-

-_____-. Contesté distraída y desconcertada.-

-Yo soy Felix, soy la mano derecha de Pan y por ahora el que está encargado de ti. Parecía molesto y fastidiado, como si lo hubiesen obligado.-

-¿Por qué estoy aquí?-. Lo miré seria mientras fruncía el ceño.-

-Ese tipo de cosas solo las sabe Pan.-

-¿Sabes que él no es el verdadero Peter Pan?-. Paró en seco y me miró. -Peter Pan solo es un cuento; no es real.-

-¿Un cuento?-. Rió. -Él es tan real como tú y yo. Mejor que dejes de hablar, es irritante y más si es una chica que solo habla estupideces-. Se dio la vuelta y siguió caminando.-

-Otro loco más-. Susurré. -Después de dos largos minutos, paramos al frente de una laguna con cascada, parecía de cuento de hadas, tan cristalina que se veían los peces y pequeños animales marinos.-

-Ve a bañarte-. Abriéndome el paso. -Si me necesitas, estaré por aquí.-

-No me bañaré contigo aquí-. Dije con firmeza.-

ENEMIES | Peter PanOnde histórias criam vida. Descubra agora