__ ¿Preparando a cuantos vas a matar de nuevo? - no le importa que lo diga en voz alta. - ¿Vas a sobrepasar los de la vez anterior?

El enojo con que lo digo está más que claro. Pero ni se inmuta cuando me escucha.

Sé que no debo preguntar. Imbécil no soy para llenarme de información que no necesito, por ello prefiero ignorar lo que hace en verdad, aunque sí lo intuyo.

__ ¿Que te tiene molesta? - me pregunta con curiosidad.

__ Nada, solo esperar y que se burlen de mí me enoja y un idiota lo está haciendo mucho últimamente. - le digo mirando a otro lado que no sean esos ojos amarillos que tanto me alivianan la saliva.

No quiero verlo. Estoy tan enojada con él que los ojos me arden y me siento como una idiota que no tiene derechos ni nada, pero que no puede evitar tener emociones que no debería.

__ Habla, salvaje. - da un paso sin sacar sus manos de sus bolsillos. - Dime lo que te tiene tan molesta.

No contesto, solo veo la hora para que Elién salga rápido. Una patrulla asoma y me subo a la acera de nuevo para que no me atropellen.

__ Ya deja la tontería y habla. - su insistencia me jode más la nariz. - ¿Porque estás enojada conmigo? Que yo sepa no hemos discutido recientemente.

__ ¿Yo enojada por tí? - me río. - Ni que fueras tan importante. - guardo mi móvil en el bolsillo de mi sudadera. - Si quieres hablar te recomiendo mucho la terapia de grupo, lo necesitas mucho.

Me doy al vuelta cuando se acerca más, sintiendo como atrapa la parte trasera de mi cuello devolviéndome a un centímetro de su boca.

__ Deja el berrinche y dime qué diablos te pasa. - me sostiene más fuerte y me suelto con enojo.

__ No me pasa nada. - el idiota de Elién no llega y mi enojo no ayuda a pensar. - Llevo prisa y como siempre tú estás estorbando, señor silencio.

Salgo a la calle. Detengo un taxi que no sé cómo voy a pagar, pero la puerta la cierra enviándolo al demonio cuando ve que no lo quiero cerca.

__ Si dejas la pataleta te voy a entender. - me dice sacándome de la calle cuando más autos pasan cerca de mí trasero. - Lo que sea que te tiene así, dilo y no me estés quitando la puta paciencia.

__ Mejor pregúntale a Lisa. Ella de seguro estará muy contenta de discutir cosas contigo o hablar sobre tu patrocinio. - suelto, arrepintiéndome de inmediato.

Su risa me enerva. Su mirada me encoge y mi cerebro deja de funcionar al no saber que hacer. No quería que lo supiera, no quiero que lo sepa, no quiero que esté enterado de...

__ ¿Esos son celos? - se sigue riendo el muy maldito.

__ Sueñas. - busco una forma de escapar. Que me aplaste un edificio por ejemplo.

__ Estás celosa, salvaje. - se mofa el infeliz a quien le quiero borrar la sonrisa a base de puños, pero me reduce su risa, me detienen los latidos la forma en que se cierne sobre mí.

La amenaza de que me desmaye por tanta presión me está dando en la cabeza con golpes contundentes.

__ Te burlas de que yo esté celoso, pero te aterra que yo sepa que tú también. - me deja al descubierto.

__ ¡Policía, ayuda! - Arleth no hagas eso. - ¡Auxilio, me quieren asaltar!

__ ¿Que?

Su voz me cierra la garganta y todos voltean a mi sitio en lo que me alejo de él queriendo callar lo que mi cabeza me grita, porque la maldita ahora sí funciona, justo cuando ya lo arruiné todo.

Wildness Donde viven las historias. Descúbrelo ahora