VEINTE

3.9K 320 102
                                    

Maratón 1/3

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Maratón 1/3

20. No quiero perderte

No pensé que mi amiga pudiera verse tan feliz en tan poco tiempo. Vaya que lo estaba, y literalmente lo demostraba cada día con cada sonrisa con la que llegaba al trabajo, con cada broma que hacía, con cada gesto, con todo.

Podría decirse que mi hermano tenía mucho que ver, pues también había vuelto a la cafetería y se la paseaba de aquí para allá como si quisiera trabajar. Incluso en una ocasión ayudó con los clientes y le dieron muchas propinas. Algo que puso feliz a mamá.

Me alegraba el ambiente. Digamos que había funcionado para dejar de pensar en cosas que pudieran ser malas y únicamente me había centrado en lo positivo. Por eso todos estos días que habían pasado habían sido muy, pero muy buenos, y mi tiempo con mi novio, aún más.

Por eso hoy me había despertado feliz.

Una felicidad que se espantó de repente en el momento en el que oí algo parecido a una cosa rompiéndose en el piso de abajo. Aún medio dormida, permanecí con mi pijama y mi cabello despeinado, sólo me puse mis pantuflas y salí del cuarto en dirección a la primera planta.

Llegué a la cocina de donde provino el sonido. Y me encontré de frente con nada más y nada menos que mi hermanito parado en un taburete buscando en la repisa de arriba.

Me quedé en el umbral, de brazos cruzados, notando que había arrojado un vaso que estaba hecho trizas en el suelo

—¿Se puede saber qué estás robando?

Mi pregunta le sacó un respingo. Antes de caerse, se sostuvo de la pared y giró hacia mí con una cara para nada amigable

—Te ves fea.

Miré mi ropa, confundida

—Acabo de despertar.

—Exacto —volvió su vista al frente para seguir buscando—. Incluso tienes algo de baba en tu mejilla. No sé cómo no te espantas cuando te ves en un espejo.

Traté de no tomármelo personal y simplemente pasé una mano por mi boca, limpiando cualquier cosa que pudiera hacerme ver mal. Sacudí mi cabeza, volviendo a la realidad al ser consciente de que quería burlarse de mí.

—¿Qué estás haciendo? —pregunté

—Buscando.

—Ya sé, pero ¿qué estás buscando?

—Cosas.

—¿Qué cosas? Si me dices podría ayudarte y así no volverías a romper algo más. Por cierto, ten cuidado al bajar o te puedes lastimar.

Con un suspiro, se detuvo para voltearse hacia mí. Lució extremadamente aburrido

—¿Sabes dónde guarda mamá la crema batida?

Invierno de colores✓Where stories live. Discover now