Diego sabia que sus papás, en especial Fernando iba a regañarlo por el reporte. Él y Sofia estaban con Zeus, quien los recibió gustoso. Los niños estaban sentados en el piso jugando un poco con el perrito, que era inquieto. La abuela Martha y doña Mary estaban haciendo la comida. El abuelo llego de la tienda, ya que faltaban algunas cosas que comprar. Los gemelos llegaron. Matías quería saber como les había ido en la escuela a sus hermanitos y fue a buscarlos. Mariana estaba hablando por teléfono y se fue a su cuarto, quería ir al cine con sus amigas y comprar algunas cosas después del cine.
-Hermanitos-dijo Matías contento-¿cómo les fue en su primer día de escuela?
-Mal-dijo Sofia triste-un niño le metió el pie a Diego, se cayó y se golpeó muy feo, la maestra le dio un reporte por que empezó a pelar con Alberto-dijo aflijida-papá lo va a regañar cuando lo sepa y lo va a castigar, pero solo se defendio.
-Porqué se defendio?-preguntó Matías confundido.
-Me dijo que era un huérfano-dijo Diego triste.
-No lo eres hermano-dijo Matías para animarlos. Le paso su brazo derecho por los hombros del niño.
Sin Sofia saberlo, Fernando había escuchado todo, pues quería ver el golpe de su hijo para curarlo. Él no estaba enojado, pero si tenía planeado castigar a Diego, pero con lo que acababa de escuchar, ya no lo haría.
-Hijo-dijo Fernando a sus espaldas.
Los 3 se sobre saltaron. Voltearon a verlo.
-Mande Papá-dijo parándose con dificultad.
-Dejame ver el golpe.
Diego se lo enseñó, no era nada de cuidado. Fernando le puso una pomada para que se secara más rápido el golpe, se dejó el pantalón arriba de la rodilla para que no se ensuciara. Los niños se fueron a cambiar al igual que Matías. Paola ayudó a Diego por su rodilla lastimada. Fernando se quedó abajo revisando algunas cosas en su laptop. La comida ya estaba lista. Todos se sentaron a la mesa. Sofia estaban comiendo muy lento.
-Mi amor ¿porqué no comes?-preguntó Paola a Sofia.
-No tengo hambre mami-dijo triste-¿puedo irme a mi cuarto?
-Si mi amor-dijo Fernando.
-Gracias papi.
Paola no entendia nada. Fernando se levantó para llevar el plato de Sofia a la cocina. La niña se fue a su cuarto. Fernando espero un poco para ir con ella. Sofia estaba acostada en la cama.
-Mi amor-dijo Fernando abriendo la puerta.
-Pasa papi-dijo ella sentándose en el filo de la cama.
-Gracias princesa-dijo entrando-¿me quieres contar que te pasa?-se sentó con ella en la cama.
-Papi-dijo aflijida-la maestra le dio un reporte a Diego y no quiero que lo castigues, él solo se defendio.
-No te preocupes mi princesa, no lo voy a castigar, te lo prometo. Solo voy a hablar con él-volteo a verlo sonriendo.
-¿De verdad papi?-se paro de la cama muy feliz.
-Si mi amor-le extendió los brazos para que lo abrazara.
Sofia fue a abrazarlo.
-¿Vamos a comer?-preguntó él levantándose con ella.
-Si Papá-dijo sonriendo.
A Paola se le hizo muy extraño que Fernando no volviera, ya iba a levantarse cuando lo vio llevar con Sofia, quien tenía un semblante muy diferente. La niña traía su plato de comida. Fernando la dejo en el suelo y se pusieron a comer. Paola quería saber que estaba pasando. Con la mirada Fernando le dijo que todo estaba bien. Rápidamente terminaron de comer. Fernando le dijo a su esposa que fueran a su cuarto un momento y le dijo a Diego que los esperara en el despacho. Matías y Mariana se vieron con pesar, pues sabían lo que eso significaba, pero Sofia estaba confiada, pues su papá le había prometido que no castigaria a Diego. El niño se fue al despacho pensando que lo castigarian. Sofia y los gemelos fueron a hacer su tarea. Diego estaba impaciente y se paseaba por todo el cuarto para calmar un poco sus nervios. Paola y Fernando entraron al despacho, Paola ya sabía lo que estaba pasando, se sentaron en el sillón grande y el niño enfrente de ellos.
