El Elegido de la Oscuridad [LUMINE ISEKAI AU]

Capitulo #1: La singularidad de Lumine

El sol se ponía en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y naranjas mientras Lumine se sentaba solo en la parte trasera del autobús escolar. El bullicio de la gente a su alrededor contrastaba con su silencio interno, un eco de soledad que resonaba en cada rincón de su ser. Sus ojos azules, normalmente llenos de inocencia, reflejaban ahora una profunda tristeza.

El autobús avanzaba por las calles, pero Lumine estaba atrapado en su propio mundo de desesperación. La ropa de tonos oscuros que llevaba apenas destacaba contra la piel blanca como la nieve y el cabello blanco como el hielo. Las orejas y la cola de lobo que asomaban tímidamente no eran más que recordatorios visibles de su naturaleza única, una singularidad que lo marcaba como diferente.

Las risas y burlas de sus compañeros resonaban en sus oídos como un cruel eco. Los chicos, desde la parte delantera del autobús, se regodeaban en su desgracia, mientras que las chicas, con falsas sonrisas y gestos compasivos, ofrecían consuelo solo para satisfacer sus propios intereses. Lumine, a pesar de su juventud, había aprendido a distinguir la autenticidad de la falsedad.

El paisaje fuera de la ventana se desdibujaba mientras las lágrimas caían silenciosamente por las mejillas de Lumine. La mezcla de emociones se enredaba en su interior, creando un nudo de tristeza y desesperación. Se preguntaba por qué debía soportar el peso de la soledad y el desprecio, especialmente de aquellos que deberían haber sido su apoyo más cercano: su familia.

La voz de su madre, llena de desdén, resonaba en su mente. "Eres una vergüenza para la familia", le repetía constantemente. A pesar de su ternura innata, Lumine había crecido rodeado de la amargura y la hostilidad de aquellos que deberían haberlo protegido.

El autobús se detuvo con un chirrido y Lumine, con los ojos enrojecidos y la esperanza casi agotada, se levantó de su asiento. Bajó del autobús, sumido en sus pensamientos y envuelto en una tristeza que amenazaba con consumirlo por completo.

Lumine caminaba por las calles, arrastrando consigo la carga de las burlas y los malos tratos que había soportado durante tanto tiempo. La tarde caía rápidamente, y cada paso lo alejaba más de la seguridad ilusoria de su hogar. El ruido de sus sollozos apenas era audible por encima del bullicio de la ciudad, pero su dolor resonaba en cada esquina de su ser.

A medida que se acercaba al puente, el horizonte se oscurecía. Lumine podía sentir la mirada penetrante de los transeúntes curiosos, pero ya no le importaba. Se detuvo en el centro del puente, con la vista perdida en las aguas que fluían debajo.

Las luces de la ciudad se reflejaban en la superficie del agua, parpadeando como estrellas lejanas. La brisa nocturna jugueteaba con su cabello blanco mientras Lumine se aferraba al borde del puente, sus orejas de lobo caídas y su cola balanceándose tristemente.

La voz de los chicos que lo habían atormentado resonaba en su mente. "¡Mira al monstruo! ¿Qué tipo de criatura eres?" gritaban, y las risas llenaban sus recuerdos. Cada palabra era como un corte profundo en su frágil autoestima.

La idea de volver a casa, donde la hostilidad de su familia lo esperaba, era insoportable. Lumine sentía que su corazón estaba atrapado en un nudo, y la desesperación lo envolvía como una sombra oscura.

En un momento de desesperación, Lumine alzó la vista hacia el cielo estrellado. La luz de la luna iluminaba sus lágrimas, y en ese momento, sintió una conexión con la naturaleza que lo rodeaba. Aunque el mundo parecía estar en su contra, la belleza silenciosa de la noche le recordaba que aún había algo puro y mágico en el universo.

El sonido del agua debajo del puente susurraba una canción melancólica que resonaba con la tristeza de Lumine. Pero en medio de la oscuridad, algo en él titubeó. A pesar de la desesperación, una pequeña chispa de resistencia iluminaba su corazón, una luz frágil pero persistente.