Capítulo Único

16 5 0
                                    

Hay un dicho muy antiguo pero muy veraz que dice "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". La mayoríria de las personas se de cuenta cuando pierde amistades, o relaciones familiares incluso relaciones amorosas; pero con la vida, con la vida no puedes saberlo hasta que te vas y para cuando eso ocurre ya no puedes volver, ¿no?

Para mi ocurrió lo mismo, supe que había perdido algo en cuanto esas palabras fueron pronunciadas, pude ver como el reloj que marcaba el tiempo de mi vida iba acelerando a una velocidad impactante y vi pasar toda mi vida hasta ahora a través de mis ojos como si fuera una película en el momento en el que las palabras salieron por la boca de la doctora, y todo cambió.

Tal vez enterarte a los 19 años (justo después de tu cumpleaños) de que tienes una enfermedad terminal de la que note podrás salvar  y que solo te queda un año de vida antes deirte al otro mundo no es lo ideal,peroquepuedo decir no a todos se nos conceden nuestros deseos.
Sinceramente, creo quelo peor de esta enfermedad o mejor dicho de padecerla no es convivir con ella, no. Es hacerlo con tu familia y amigos que si o saben y todo se vuelve distinto, te miran cn más lástima aunque crean queno los ves, tus amigos te tratan más frágil y todo cambia; así que yo me negué a pasar por eso y no se lo conté a nadie.

Bueno a nadie no, mis padres lo sabían pero no me quedaba de otra y eso era suficente; quiénes  no lo sabían eran mis amigos, en concreto alguien muy especial para mi, y mucho menos lo sabía mi hermano, porque como ibas a decirle tú a un niño de 12 años que dentro de poco no volvería a ver a su hermana mayor no era la mejor opción aí que tampoco se lo contamos. Como os contaba mis mejores amigos no lo sabían, prefería que todo fuese como siempre y así poder disfrutar de nuestros últimos momentos juntos, pero había alguien a quien tampoco se lo había contado, una persona realmente especial para mi.

Era un chico del que estaba enamorada desde hace bastante tiempo, de hecho nos conocíamos desde hace una década pero al principio solo éramos amigos, aunque en realidad lo seguimos siendo, soy yo la única enamorada, a él tampoco se lo conté hasta que fue demasiado tarde.

________________________________________________________

Conforme iban pasando los días y la enfermedad se apoderaba de mi cuerpo podía sentir como mi cuerpo dejaba de responderme cada vez en más cosas, como se iba marchitando con el tiempo por dentro consumiéndome mientras por fuera se veía igual, por lo que decidí aprovechar al máximo todos los momentos con ellos en lo máximo que mi cuerpo me lo permitiese, para poder tener recuerdos después que llevarme cuando me fuera.

Pero con él, con mi ángel pasaba todos mis días, hablaba con él sobre todo y le daba todo ,i tiempo a él; porque pese a solo ser amigos yo lo amaba profundamente y prefería sufrir con su amistad pero estar a su lado y crear bonitos recuerdos en mis últimos momentos a sufrir con si rechazo y que ya no pudiéramos estar juntos.

Algo de lo que no me olvidé fue de escribirle una carta a mis seres queridos a los que era los más importantes para mi, que me habían apoyado siempre en todo; para que pudieran tener algo de mi cuando me fuera; aunque debo decir que la que más me dolió escribir no fue la carta a mis padres (no lo fue porque sabía que me amaban y que lo seguirán haciendo cuando me fuera) no, la que más me dolió fue la carta a mi ángel ya que solo éramos amigos pese a que yo lo amaba y el saber que me iría y nunca recibiría un simple "te quiero" de manera romántica.
Fue doloroso porque en ese momento en el que sabía que me moriría fue en el que me di cuenta de que nunca seríamos una pareja y el nunca me vería de manera romántica ni me amaría como yo lo hago. Fue doloroso, pero por eso decidí solo mostrar esa única carta, para poder liberar el dolor y que con ella se lo llevará el viento.

Mi amado ángel,
Tal vez nunca leas está carta lo cual espero suceda, pero si la llegas a leer quiero que sepas que te amo muchísimo aunque no puedas creerlo o no quieras hacerlo es la verdad, mis sentimientos por ti son verdaderos; no sabría decirte en qué momento llegué a enamorarme de ti, solo se que un día me levanté y todo cambió. Se me iluminaban los ojos y me aparecía una sonrisa cada vez que me escribas para hablar, tu risa era como un soplo de aire fresco que aliviaba mi alma, tu sarcasmo y forma de ser siempre me sacaban una risa incluso cuando me sentía mal, tus caricias hacia mi aunque no muchas cuando ocurrían siempre traían mariposas a mi estómago; todas y cada una de las cosas que hacías y decías me hacían feliz incluso si me tocabas el pelo que odiaba de todos pero nunca de ti.

Por eso quería decirte, que me va a doler mucho irme pero aún más irme sabiendo que lo que yo siento por ti no es recíproco, que mi amor hacia ti no es el mismo que el cariño que tú me tienes como amiga y sobretodo que me iré sin nucna recibirlo de tu parte. Pero está bien, está bien, me llevo todos nuestros recuerdos juntos y cuando descanse podré revivirlos en mi mente y me darán la paz para irme feliz.
Espero de todo corazón tengas una gran vida, la disfrutes al máximo en todo su esplendor, por favor cuando leas un manga acuérdate de mí, o cuando hagas karate y pelees recuerda la última vez que peleamos; que estudies lo que te gusta y puedas irte a trabajar a Alemania como tú querías, pero sobretodo espero y deseo que aunque pasen los años me sigas recordando y también a todos nuestros momentos juntos.
Te amará en esta vida y en las siguientes tu "amiga" Anyel.

Creo entonces, podréis entender porque fue la carta más dolorosa de todas las que tuve que escribir pero me consuelo sabiendo que al menos hasta le último momento tuve su amistad.

________________________________________________________

Tiempo después cuando mi cuerpo ya no aguantaba mucho peso y no podía soportar mi propio cuerpo, me internaron en una cama de hospital para que fuera menos doloroso; estuve ahí durante varias semanas hasta que con el tiempo caí en un coma temporal, debo admitir que fue una experiencia interesante por no decir menos, ver cómo mis padres y mis amigos venían a verme y hablar conmigo mientras yo dormía y los veía desde arriba como si mi alma estuviera fuera de mi cuerpo y yo flotara por la habitación sin poder salir. Al final dado lo obvio todos se acabaron enterando de mi enfermedad y venían a verme seguido para hablar conmigo; pero el que más venía a verme era mi ángel.

Llegaba en la mañana temprano antes de sus prácticas y luego en la noche cuando llegaba de sus extraescolares llegaba y me contaba todo lo que había hecho en el día o me leía páginas de mis libros favoritos que aún no había podido leer que yo escuchaba con alegría.

Así fueron pasando los meses hasta aquél dónde el verano caía y las noches se despertaban más temprano, aquel que fue nombrado en honor al emperador Augusto, el mismo mes en el que mi ángel cumplía años. Desperté a finales de julio, mi familia y amigos estaban todos aliviados de verme despertar,pero ellos no sabían lo que yo sentía, que mi cuerpo se estaba marchitando y los pétalos de la flor que marcaba mi vida se estaba quedando sin pétalos y ya era mi hora de partir.
Por eso esperé todo el tiempo que pude hasta que llegó el cumpleaños de mi ángel, él paso todo el día conmigo leyendo historias, jugando a juegos de mesa y escuchando mi música favorita creyendo él que así yo mejoraría; y cuando ya era de noche y ya era casi medianoche le pedí que se acercara y con un suave beso en los labios le di a el mi último suspiro y pude descansar feliz con una sonrisa en el rostro.

Mi alma se levantó mi entras mi cuerpo se deterioraba y pude ver cómo mi ángel lloraba pro primera vez abrazado a mi cuerpo y despidiéndose con un beso en mi frente que incluso pude sentir. Al final de todo gracias a mi enfermedad me pude despedir bien de ti, y to es gracias a...

Aquello que no te dije.

   Anyel Morte 🖤

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 13, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Aquello Que No Te DijeWhere stories live. Discover now