🌀 CAPÍTULO 16 🌀

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Elizabeth

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Elizabeth

Will y Elizabeth terminaban de desayunar, el día anterior se habían puesto un poco intensas las cosas entre ellos. Mientras comían trataba de no mirarlo a los ojos, no se sentía muy cómoda mirándolo, el lugar estaba muy silencioso, excepto afuera que se escuchaba como unos piratas estaban jugando a las vencidas, ya que se lograba escuchar como apostaban por sus compañeros.

—Oye, dulzura, sobre lo de ayer...

—No quiero hablar de eso, Will.

Elizabeth por primera vez en toda la mañana lo miraba a los ojos, siempre que lo miraba solo podía recordar el roce de sus labios, sentir la respiración de él chocando en sus mejillas y esos ojos marrones fijos en ella le provocaban... Apartó la mirada tan rápido como pudo.

Will se levantó de la silla, caminaba lentamente y se acercó a ella, Elizabeth levantó la mirada y se encontró con esos ojos juguetones tan cerca de ella. La tomó con delicadeza de la barbilla, para que no apartara la mirada.

—¿Qué te parece si nos olvidamos de lo que pasó ayer y vamos a entrenar un poco? —propuso sin soltar su barbilla.

—No me dejarás en paz, hasta que te diga que sí, ¿verdad? —fruncía el ceño sin dejar de mirarlo.

—Me alegra que cada vez me vayas conociendo mejor —respondió Will con una sonrisa encantadora.

Se apartó de ella, se acercó a la puerta y la abrió para que pasara primero ella. Elizabeth se levantó y pasó a un lado de Will, salieron a la cubierta donde después del juego de las vencidas solo quedaban cuatro personas, tres chicos y una chica, cuando Elizabeth la miró se le hizo algo familiar, pero no la conocía de ningún lado.

Le gustaría preguntarle a Will, pero seguía sin confiar en él, lo miró y se fijó que estaba quitándose su capa para dejarla en el suelo de madera de la cubierta, le dio una mirada curiosa.

—¿Qué haces? —se cruzó de brazos.

—Vamos a entrenar —respondió como si fuera lo más lógico del mundo.

—Pero dejaste la capa y la espada en el suelo —lo miraba curiosa y mirando cada uno de sus movimientos.

—Ah, porque no vamos a luchar con espadas —se quitó sus anillos y los dejó sobre su capa—. Ven deja tu capa y tu espada, y no olvides tu daga.

Entonces ella cayó en cuenta, lucharían cuerpo a cuerpo sin usar ningún arma. Se acercó y dejó sus cosas cerca de donde las había puesto él, era de mañana y el sol ya estaba quemando su piel, se ató el cabello y se acomodó mejor el reloj, no pensaba dejarlo con sus demás cosas, no quería que nadie lo tomara.

—¿Estás lista? —Will ya había tomado posición.

—Siempre estoy lista —Elizabeth se acercó y tomó posición.

Contra tiempo ✔ [#2]Where stories live. Discover now