Piezas

9 3 0
                                    

Por las pasadas horas un solitario Asadd revisó con mayor cuidado los dos niveles recién descubiertos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por las pasadas horas un solitario Asadd revisó con mayor cuidado los dos niveles recién descubiertos. A punto de darse por vencido en sus esfuerzos, el soldado dirigió su atención a una puerta cerrada al final de uno de los largos pasillos. Luego de tener que forzar la entrada se encontró con un fuerte hedor a podrido que casi le ocasiona vomitar.

—¡Con un demonio!—dijo cubriéndose la boca sin dejar de mirar la entrada.

Sabiendo que podría ser un muerto, sacó su pistola preparándose para enfrentarse a alguna amenaza. Con cuidado entro en la recamara notando que era una de menor tamaño que las anteriores. En su interior se encontraban restos de muebles y cajas de madera. Varios estantes de metal llenos de cajas de cartón se encontraban en algunas de las paredes.

—Parece un pequeño almacén—se dijo.

El fuerte olor lo volvió a golpear y lo guio hacia un estante en el suelo el cual se movía un poco. Removió el seguro de su arma y apunto hacia el. Dio unos pasos hacia atrás al ver como una pequeña mano rasgaba el suelo. Lo que el soldado vio al acercarse le ocasiono liberar un lamento. La mitad del cuerpo de lo que fue un niño no mayor de siete año estaba atrapado debajo del pesado estante. Su cuerpo reflejaba horrendas heridas y sus piernas al igual que su brazo derecho fueron devorados. Asadd miró en todas direcciones esperando ver a los causantes de las heridas. Al no ver ningún peligro, dio una plegaria y apretó el gatillo. El largo cabello marrón se movió al proyectil impactar y destrozar el cráneo.

—Lamento tu dolor, descansa en paz pequeño—dijo él entristecido.

A pesar de sentirse entristecido por lo del pequeño el soldado continuó explorando la recamara. Manchas de sangre estaban en varios lugares imitando de alguna forma lo demás visto en todo el nivel. Pero aun así continuó. Al tirar de unos pedazos de madera sobre una mesa realizó un descubrimiento que le dio una señal de alivio. Entre ellos, se encontraba un pequeño sistema de radio. Estaba un poco maltratado con una pequeña marca de quemadura en uno de sus lados. También noto al lado de este lo que parecía ser un mapa enrollado. Lo pensó por un momento, pero decidió tomar ambos. Olvidando su cansancio Asadd llevo su hallazgo a toda prisa al ultimo piso dirigiéndose hacia los demás. Al llegar se encontró con Bechy y Andrés quienes hablaban sentados en una mesa al lado izquierdo de la entrada. Smith se acercaba con su rifle en sus manos.

—¿Escuche un disparo, estas bien?—le preguntó Smith al mirarlo con detenimiento.

—Encontré el cadáver de un pequeño aun moviéndose, tuve que acabar con el.

—Damn, no habrá alguna buena noticia en este lugar.

—Creo que una y no lo van a creer—respondió él con emoción—. Encontré un radio de transmisión.

Esta noticia lleno los corazones de los presentes de esperanzas. Bechy y Andrés intercambiaban sonrisas de emoción y el teniente exhalo con fuerza. Todos contemplaron maravillados el objeto que Asadd colocó en la mesa.

El Reino De Los Malditos: Juego De DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora