—¿Dónde está él?

—Su esposa lo está cuidando. ¿Sabes quién es?—Shen negó, a pesar de saber la respuesta—Qiu Haitang.

—Hmm, el mundo es tan pequeño—dijo antes de mirar a los demás—. Antes de seguir, ¿puedo sentarme? Comienza a molestarme la espalda.

—Ming Fan, ayúdalo.

Su discípulo principal obedeció, ayudándolo a sentarse mientras Fu-er mullía su almohada y la colocaba correctamente detrás de él. Tan pronto como volvió a estar quieto, el niño tomó de nuevo su mano.

—¿Cómo fue que nos encontraron? ¿Luo Binghe me llevó de nuevo con ustedes?

Mu Qingfan, Ning Yingying y Ming Fan se miraron. Shen esperó pacientemente a que le dieran una respuesta.

—En realidad, fue más complicado—dijo Ming Fan—. Al menos por lo que pude saber.

Cierto. Ming Fan había quedado inconsciente luego de salvarle la vida a Luo Binghe. Una acción innecesaria porque Luo Binghe hubiera sobrevivido a la herida, pero Shen no diría nada al respecto.

—Me gustaría que alguien fuera tan amable de contarme todo desde el principio porque no entenderé nada.

Mu Qingfan suspiró y acercó una silla a la cama para sentarse cerca de él. Ning Yingying se sentó en el borde de la cama al igual que Ming Fan. Shen Fu, por su parte, ya se había hecho un lugar al lado de él y estaba apoyado suavemente contra su costado.

—Cuando Zheng Jian te llevó, todos nosotros caímos en el desconcierto y la preocupación. No entendíamos qué pasaba, Zhangmen shixiong y Liu shidi quisieron salir a buscarte casi de inmediato, pero fue entonces cuando nos dimos cuenta de que tu discípulo se nos adelantó. Nadie lo vio salir, pero todos sabíamos que había ido por ti. Te encontró antes que nosotros, claramente. Tardamos más de lo debido porque la montaña donde estabas no quedaba cerca y no tenemos la habilidad de tu discípulo de abrir portales. Sin embargo, cuando los hallamos...había sido tarde. O al menos eso creímos—Mu Qingfan suspiró—. Cuando llegamos, encontramos a tu discípulo desesperado intentando pasarte energía espiritual. Él...estaba muy asustado. No paraba de llorar y decir incoherencias. Ling shizhi y Lu shizhi tuvieron que separarlo de tu cuerpo y tranquilizarlo porque se negaba a soltarte.

—Yo estaba...—Mu Qingfan asintió, su mirada sombría.

—Tu núcleo dorado había sido destruido. No había manera de que tú pudieras estar vivo y no había nada que yo pudiera hacer por ti. Incluso si hubiéramos llegado justo en el momento en que tu núcleo se destruía, ni siquiera en ese momento hubiera sido capaz de hacer algo—Mu Qingfan frunció el ceño, como si recordara algo—. No sé qué pasó en el camino. Estábamos llevando tu cuerpo de nuevo a la secta, para que sea enterrado con los demás maestros de QingJing, pero, de repente, a mitad de camino, tú...Fue como si nada te hubiera pasado. Incluso tu núcleo dorado, que había explotado, había regresado como si siempre hubiera estado ahí. Fue en verdad un milagro.

Así que fue en ese momento en donde el sistema había decidido devolverlo a la vida. El momento en que ambos se habían despedido para ya nunca más volver a verse. O quizás sí, algún día podrían volver a interactuar. El destino a veces solía ser muy travieso.

—¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?

—Cinco días—respondió Yingying—. Aunque ninguno estaba seguro de cuándo shizun despertaría.

—Shizun no tiene que preocuparse por nada—dijo de repente Ming Fan—. Este discípulo se encargó de sus hermanos marciales y de ayudar a Zhangmen shibo en la reconstrucción de QingJing. En pocos días podremos regresar todos a la secta. Shizun solo tiene que regresar.

Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant