Querida Jennie: No me olvides. {jenlisa}

2.

Jennie siempre se quedaba encerrada en su cuarto, escuchando música, pensando, leyendo o simplemente durmiendo. 

Era raro que saliera, que se sentara a desayunar, almorzar o cenar con las chicas.

Prefería quedarse en su cama leyendo -Aunque no se podía concentrar casi nunca-

Cada cosa que había en la casa, le recordaba a Lisa.

No pudo usar el baño de abajo nunca más, siempre que pasaba por la puerta, sentía ganas de llorar o incluso de vomitar.

Veía la imagen de Lisa tirada en el suelo como aquel día... 

Jennie tenía un montón de dudas y preguntas. 

¿Por qué Lisa se cortó y tomó tantas pastillas? 

¿Por qué quiso morirse? 

¿Por qué me dejó?

¿Por que no pudo desahogarse con las chicas o conmigo? 

¿Por qué lo hizo? 

Jennie se sentía como la peor amiga de todas. ¿Como no se dio cuenta de todo esto?

Lisa siempre estaba con mangas largas, nunca comía con ellas, tenía ojeras, estaba delgada, cambiaba de humor rápidamente, estaba muy sensible pero a la vez a la defensiva.

Debió haber visto todas esas señales, debía haberlo visto venir y ayudarla desde un principio.

Lisa y Jennie siempre tuvieron esa conexión, se querían demasiado aunque no lo demostraban.

Se sentía muy bien cada vez que Lisa la abrazaba, sentía un sentimiento inexplicable.

Pero no lo podrá volver a sentir.

Unos días después, Jennie estaba acostada en su cama, estaba sola.

Rosé y Jisoo habían salido a comprar comida.

Cuando Rosé le preguntó si quería ir, ella simplemente dijo que no, le gustaba estar sola.

Las chicas odiaban dejarla sola, tenían miedo de que haga alguna idiotez.

Jennie pensó en suicidarse muchas veces, no lo negaría si se lo preguntaran.

Pensaba en que si lo hacía, volvería a estar con Lisa y el lor que sentía se acabaría, pero seguramente si lo hacia, Lisa, Rosé y Jisoo no se lo perdonarían.

Además, no soportaría que ellas se sientan como ella se siente ahora.

Jennie salió de su habitación, y fue a la cocina.

No comía mucho desde el incidente, se le había cerrado el estomago.

Rose siempre le decía que debía comer, y Jennie sabía que debía hacerlo, pero no quería, había dejado de estar hambrienta, sentía que había perdido el apetito para siempre.

Jennie abrió el refrigerador, y no había nada que quisiera, sólo golosinas y gaseosas.

Así que cerró la puerta de este  y se fue a su cuarto.

Al pasar por la puerta del cuarto de Lisa, se detuvo.

Ella iba muy seguido allí cuando estaba sola, aunque sólo se sentaba en su cama, y lloraba.

Entró y se recostó en la cama, colocando su cara contra la almohada y respirando el aroma del perfume de Lisa, quedando dormida. 

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Jennie abrió sus ojos, y miró a su alrededor.

Oh... Estaba en el cuarto de Lisa.

De repente, la tristeza la inundó otra vez.

Dormir no siempre le ayudaba a olvidar a las cosas, pero cuando despertó, todo lo que quiso fue olvidar lo que sucedería minutos después.

Jennie se puso de pie, y comenzó a observar la habitación. Todo estaba igual a como Lisa lo había dejado, la ropa que se había quitado ese día, tirada en  un rincón del suelo.

Un short blanco, y un top negro.

Jisoo y Rosé intentaron muchas veces limpiar y ordenar la habitación de Lisa, pero Jennie se negaba rotundamente, y cuando intentaban entrar a la habitación de esta, todo terminaba siempre igual. Ella gritando que se alejaran y no tocaran nada, mientras lloraba. 

Jennie quiso usar una prenda de Lisa para sentirse más cerca de ella, por más que suene patético. 

Ya tenía una remera de ella, que le quedaba grande, pues Lisa era fanática de usar shorts con las remeras holgadas.

Jennie usaba esa remera siempre, no le gustaba quitarsela, sentía que perdía a Lisa otra vez.

Comenzó a buscar entre la ropa, y encontró una remera, la cual era la favorita de su gran amiga. Una remera negra Thrasher.

Al tomarla, notó que algo cayó el closet.

Se agachó para tomarlo y dejarlo donde estaba, hasta que se dio cuenta de que no era un libro común, era un cuaderno, un diario. 

Jennie estuvo pensando mucho tiempo en si debería leerlo o no. -Quizás Lisa escribió allí el por qué se suicidó.

Pensó, pero... ¿Debería leerlo?