Capítulo 1

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Pasaron quince años desde que Jack Sparrow dejó abandonada a Angélica Teach en una isla con una pistola, la cual sólo tenía un tiro. Ella lo desaprovechó ese mismo día intentando matar a Jack. Angélica le dijo que estaba embarazada de un hijo suyo. Sparrow decía que no era verdad y negaba haber estado tan ebrio, pero no sabía que Angélica decía la verdad.

Mientras transcurrían esos quince años, la hija de Sparrow y Teach iba creciendo. Angélica le puso como nombre Jackie Sparrow, en honor al padre de su hija. Teach siempre la observaba, reconociendo que Jackie era igual a su padre. Era astuta, audaz, inteligente, loca, pero eso sí, menos egocéntrica. Angélica siempre le contaba historias a su hija sobre Jack, como la maldición del Perla Negra y la casi extinción de los piratas. Nunca llego a contarle la de la Fuente de la Juventud, por temor a que Jackie pensara mal de ella o de Jack, aunque a él todavía no lo conocía.

En fin, Jack Sparrow después de esos quince largos años decidió regresar a esa isla por el amor de su vida, Angélica Teach, pero él seguía creyendo que lo que había dicho Angélica de tener un hijo o hija era mentira.

El Perla Negra se acercaba a la isla. Jackie nunca había visto un navío de velas negras a lo largo de su corta vida. Estaba impactada al ver ese magnífico barco, del cual Angélica le había hablado tanto. La nave llegó a la costa, Jack como siempre, borracho, bajó del barco, vio a Jackie sentada en la arena creyendo que era Angélica y le dijo:

―Angélica, ¿cómo has estado?, ha pasado tanto―Jackie se levantó de la arena.

―Yo no soy Angélica Teach―le respondió Jackie mirando la costa de la isla, que hasta ahora era su hogar.

―Entonces, ¿quién eres tú? ―preguntó Jack algo asustado.

―Soy Jackie.

―¿Jackie? ―repitió Jack en forma de pregunta.

―Jackie Sparrow―respondió ella con mucha seguridad.

―¿Sparrow?

―¿Tiene que repetir a fuerza todo lo que digo en forma de pregunta? ―preguntó Jackie algo enojada.

―No―responde Jack con un cierto tono de duda.

―Pues, parece que sí.

―Pero, ¿de dónde sacaste mi apellido?

―Mi madre me puso el nombre, ¿por qué no le preguntas a ella?

―¿Quién es tu madre?

―Angélica Teach.

―¿Angélica Teach?

―Deje de repetir todo lo que digo en forma de pregunta por favor―dijo Jackie un poco más enojada.

―¿Es la hija de Barba Negra?

―Sí, es ella.

Angélica venía caminando a lo lejos. Vio que Jackie hablaba con alguien, sacó su espada enfurecida y empezó a correr hacia su hija. Jack seguía hablando con Jackie.

―¿Entonces conociste a Barba Negra? ―preguntó Jackie.

―Incluso estuve en su navío―le respondió Jack.

―¿Cuándo fue eso?

―Cuando fuimos a la fuente de la juventud.

Jack volteó a su izquierda, vio que Angélica venía corriendo hacia él. Sacó su espada, esperó que Angélica llegara al lugar. Cuando llegó empezó un duelo de espada, a muerte. Jackie veía impresionada, de igual manera sacó su espada y empezó a luchar, aunque no tenía por qué hacerlo. Angélica le dijo:

―Jackie, deja de luchar.

―Si no te has dado cuenta estoy peleando a tu favor, Angélica―contestó Jackie.

―No me digas así Sparrow.

Jack dejó de luchar y guardó la espada. De igual manera lo hicieron Jackie y Angélica al verlo.

―Angélica ha pasado tanto―dijo Jack.

―Quince años Jack, quince largos años, solas y abandonadas en esta isla―dijo Angélica.

―¿Por qué solas?

―Porque ella es nuestra hija―dijo Angélica señalando a Jackie, la última estaba impresionada.

―Pero si yo no tengo hijos ni hijas.

―Ella es nuestra hija―dijo Angélica tomando a Jackie de un hombro.

―Ah, por eso tiene mi apellido―dijo Jack señalando a Jackie.

―Mamá, ¿él es mi padre? ―dijo Jackie también señalando a Jack.

―Si Jackie, él es tu padre, el legendario capitán Jack Sparrow―dijo Angélica.

―¿Y ella es mi hija? ―preguntó Jack.

―Ya te lo dije demasiadas veces, ¿no recuerdas que te dije que estaba embarazada el día que me dejaste aquí?―reprochó Angélica.

―Creo que no―dijo Jack con sarcasmo.

―Te admiro, ¿lo sabes? ―le dijo Jackie a su padre.

―¿Por qué? ―preguntó Jack.

―Mi madre me ha contado muchas historias y aventuras tuyas―dijo Jackie.

―Una de mis más grandes aventuras fue la de la Fuente de la Juventud―dijo Jack.

―¿La Fuente de la Juventud? ¿Cuál es esa historia? Nunca me la has contado―dijo Jackie volteando a ver a su madre.

―Tengo razones para no habértela contado―dijo Angélica.

―Pero, tú me dijiste que me habías contado todas las historias, pero veo que no es cierto―dijo Jackie algo enojada

―Sería difícil que lo entendieras―dijo Angélica tomándola de los dos hombros.

―¿Y van a querer irse de esta isla o quedarse para siempre?―preguntó Jack.

―Jack, ¿podemos contarle a Jackie la historia de la fuente de la juventud en el Perla?, creo que contigo a mi lado será más fácil que lo entienda―dijo Angélica, al mismo tiempo que Jackie se zafaba de ella.

―Está bien, se la contaremos, ¿pero puede ser con una botella de ron?―preguntó Jack.

―¿Vas a poner a Jackie a tomar muy pronto? ―preguntó Angélica.

―Pero, ¿es qué no ves que ya toma ron?

Angélica y Jack voltearon a ver hacia donde estaba el Perla Negra y vieron a Jackie, recargada en el navío, tomando ron de una botella. Se quitó la boquilla de la botella de la boca y le preguntó a sus padres:

―¿Ya vamos a subir?, hay una tripulación que nos espera.

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Piratas del Caribe: El regreso del Holandés ErranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora