Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)

52

Guiando el camino, llevó al sistema por el bosque de bambú. Era tan fresco y verde como lo recordaba, solo que sin viento entre sus árboles ni sonido alrededor.

—¿Dónde estamos?—preguntó tras un rato en silencio.

El sistema caminaba a su lado, un andar saltarín y alegre. Su mirada curiosa y alegre mientras observaba cada árbol de bambú a su alrededor.

—Mm, digamos que estamos en su Cielo personal.

—¿Cielo personal?

No le extrañaba estar muerto, pero saber esto de su...Cielo personal, era algo que no entendía y le sorprendía.

—Bueno, ¿cómo le explico?—el sistema pareció pensar en su respuesta antes de hablar—Cuando usted murió por primera vez en su mundo original, este sistema tomó su alma y lo llevó a otro mundo para que cambiara las cosas. Eso provocó que su entrada al Cielo de su mundo se viera permanentemente prohibida para usted ahora. Por lo que le quedaba el Cielo de este mundo. Un lugar al que debió haber ido mucho tiempo después de que este sistema abandonara su cuerpo. Mi presencia en su cuerpo inhabilitaba su entrada al Cielo de este nuevo mundo. Pero Qiu Jianluo adelantó todo y lo asesinó antes, por lo que ahora no puede ir ni a uno ni al otro. Así que se le concedió este Cielo personal para que pueda vivir tras su muerte. Un lugar solo para usted.

Era mejor que ir al infierno de todas maneras. Al menos este pequeño espacio, su pequeño lugar, era agradable y tenía las cosas que conocía. Estaba su casita de bambú, sus libros, sus ropas, sus abanicos.

Pero no estaban sus discípulos. No estaba Shen Fu, no estaba Qi-ge. No estaba Binghe.

No quiso pensar en eso. Ese lugar, de todas formas, era mucho mejor que cualquiera otro en el que había estado. Era mejor que la prisión de agua, por ejemplo. Era mejor que estar en manos del enfermo de Jianluo.

—¿Qué pasó con Qiu y el otro sistema? ¿Qué pasará con Zheng Jian?

Al final de cuentas el cuerpo de Zheng Jian había sido usado incorrectamente. El pobre hombre había perdido toda su vida gracias a un idiota como Qiu Jianluo.

—Uh, eso...Fue un gran problema ¿sabe, usuario? Realmente revolucionó las noticias en mi mundo—el sistema sonrió, sus azules ojos brillando intensamente como la pantalla que se presentaba ante él cada vez que le hablaba—. No hay nada de qué preocuparse con Qiu. Su alma reencarnará en algún momento, pero no tendrá los recuerdos de esta vida ni de esta identidad. Será una persona nueva. Zheng Jian volverá a la vida, pero la Central tuvo que modificarle los recuerdos, borrar al sistema corrupto, pero dejar a Haitang intacta en ellos para que pudiera seguir a su lado. Después de todo, ella fue una víctima de Qiu Jianluo, no merecía perder su oportunidad de ser feliz. Y por lo que se vio en sus recuerdos, su historia de amor no había sido una mala historia. Tampoco va en contra de los verdaderos deseos del real Zheng Jian. Seguro serán felices juntos—sonrió antes de que esa sonrisa se desvaneciera poco a poco—. Y con respecto a Lu-lao, bueno, los superiores de la Central lo han neutralizado para que no volviera a meterse de esta manera.

Lu-lao. Shen había recordado que de esa manera el sistema y Qiu se habían referido a ese otro sistema de color verde. Pero no solo dijo el nombre de ese otro sistema, también había dicho el de su sistema.

Lan-er.

—Se conocían—afirmó, recordando lo que Lu-lao le había dicho a su sistema cuando apareció.

El sistema asintió, viendo las hojas de los bambúes.

—Lu-lao fue el maestro de este sistema. Para aquel momento, todavía trabajaba con el departamento de Guía de Transmigradores. Admiraba mucho su trabajo, era uno de los mejores sistemas de toda la Central. Realmente quería ser como él—la pequeña sonrisa que tenía el sistema se desvaneció lentamente—. Un día desapareció, poco antes de que me dieran a mi primer usuario. No me esperé encontrarlo en este mundo.