015; Oportunidad.

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Valeria:

Me desperté, aún con la sensación de la cálida mano de alex sosteniendo la mía. Sonreí levemente.

Fuí al baño, luego regresé a mi dormitorio agarrando mi celular viendo que tenía un mensaje de Alexis.

Alexis
¿quieres ir por un helado está tarde?.

Sonreí por la notificación y claramente acepte.

( . . . )

Alexis:

La tarde se desplegaba en el apacible parque donde Valeria y yo compartíamos un helado. Habíamos dado pasos significativos para reconciliarnos, y aunque una atmósfera de incertidumbre rodeaba nuestra cita, no podía esperar más para decir lo que mi corazón gritaba.

Valeria estaba frente a mí, sus ojos curiosos, esperando mis palabras. Mi garganta se secó y mis manos temblaban levemente, pero sabía que debía hablar.

—Valeria, necesito decirte algo. Estoy agradecido por esta oportunidad que nos estamos dando, pero siento que lo que quiero va más allá.—Valeria me miró con atención, sus ojos expresando una mezcla de sorpresa y nerviosismo.

—¿Qué quieres decir, Alexis?—

Respiré profundamente antes de continuar. —Valeria, siento en lo más profundo de mi ser que quiero estar contigo, no solo como amigos, sino como pareja. Lo que siento por ti es más fuerte de lo que jamás imaginé. ¿Podrías darme la oportunidad de ser tu novio de nuevo?—

Valeria guardó silencio, y yo pude sentir la tensión en el aire. Sabía que estaba pidiendo mucho, que ambos habíamos pasado por una separación dolorosa y que los miedos aún nos acechaban. —Alexis, esto es complicado. Aunque siento algo por ti, tengo miedo de volver a pasar por momentos difíciles.—

Asentí, respetando sus sentimientos. —Entiendo tus temores, Valeria. No te presiono para que tomes una decisión en este momento. Lo que quiero que sepas es que estoy dispuesto a luchar por nosotros y que estaré aquí, esperando todo el tiempo que necesites.— Valeria me miró con gratitud, una sonrisa tenue en sus labios.

—Gracias por entender, Alexis. Dame un poco de tiempo para procesar todo esto, ¿de acuerdo?—

Asentí con una sonrisa, aliviado por su comprensión. —Por supuesto, Valeria. Estoy dispuesto a esperar, porque lo que más deseo en este mundo es una segunda oportunidad contigo.—

Continuamos nuestra tarde, conversando con más ligereza y disfrutando del helado. A pesar de la incertidumbre en el aire, ambos sabíamos que el amor y la paciencia podrían ser la clave para recuperar lo que habíamos perdido.

( . . . )

Mientras caminaba de regreso a casa, una sensación de tristeza abrumadora me invadió. Había respetado la decisión de Valeria, entendiendo sus miedos y su necesidad de tiempo. Pero eso no eliminaba la desilusión que sentía en mi corazón.

Caminé en silencio, con el eco de nuestras palabras resonando en mi cabeza. Sabía que Valeria tenía sus razones, y no podía culparla por ser cautelosa. Pero, en el fondo de mi ser, ansiaba que ella dijera "sí" en ese mismo momento, que volviéramos a ser novios como hace dos años.

Al llegar a mi casa, me encontré solo con mis pensamientos. Me senté en el sofá, mirando a mi alrededor y sintiendo un vacío que solo Valeria podía llenar. La realidad de su decisión comenzó a pesar sobre mis hombros, y la tristeza se apoderó de mí.

Recordé con nostalgia los momentos felices que habíamos compartido juntos en el pasado. Cómo nuestras risas resonaban en las noches, cómo nuestros sueños se tejían en un futuro compartido. Y ahora, eso se sentía tan lejano.

Mi teléfono sonó, y por un momento, mi corazón se aceleró, esperando ver el nombre de Valeria en la pantalla. Pero no era ella; era un mensaje de un amigo, invitándome a salir esa noche. A pesar de la invitación, no tenía ánimos para socializar. Mi mente y mi corazón seguían anclados en Valeria.

Me recosté en el sofá, mirando al techo con un suspiro. Había hecho todo lo que estaba en mis manos. Había compartido mis sentimientos, respetado su necesidad de tiempo, y ahora solo podía esperar.

Esperar a que el tiempo y la comprensión nos llevaran de nuevo a lo que una vez fuimos.

La noche se desplegó lentamente, y en medio de la tristeza, seguía aferrándome a la esperanza. Esperaba que, eventualmente, Valeria también pudiera superar sus miedos y que juntos encontraríamos el camino de regreso el uno al otro, como lo hicimos en el pasado.

Mientras la noche avanzaba, mi mente no dejaba de pensar en ella, en nosotros, en el amor que aún sentía. Y aunque me sentía triste en ese momento, tenía la firme convicción de que, al final del camino, podríamos volver a ser lo que una vez fuimos, y quizás, incluso más fuertes.

 Y aunque me sentía triste en ese momento, tenía la firme convicción de que, al final del camino, podríamos volver a ser lo que una vez fuimos, y quizás, incluso más fuertes

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capitulo de robertino.

2023—10—31.

𝓝𝘪𝘨𝘵𝘩 𝘥𝘢𝘯𝘤𝘦𝘳; quackity Where stories live. Discover now