ZoLu | Mar del amor - One Piece Live Action

☬ 愛の海 01

Capítulo 01 - 愛の海 - Razones para estar a tu lado

Horas antes del enfrentamiento con Dracule Mihawk.

NARRADO POR RORONOA ZORO

Así que ¿ahora tenía un capitán llamado "Monkey D. Luffy" que soñaba con encontrar el One Piece y convertirse en el Rey de los piratas? Gran cosa.

¿Cómo había terminado aquí? ¿Cómo había pasado de ser un cazador de piratas a ser parte de una tripulación pirata? Ni yo mismo lo sabía, pero tampoco podía decir que me desagradara.

No me importaba ser un cazador de recompensas, un marinero o un criminal, con tal de que pudiera cumplir mi sueño de ser el mejor espadachín del mundo. Así que podía formar parte de la tripulación de Luffy y quedarme hasta que, no sé... ¿Los piratas eran completamente leales a su capitán? ¿Podía abandonar la tripulación cuando yo quisiera?

No lo sabía, es decir, para mí los piratas eran seres despreciables que estaban dispuestos a todo —eso incluía traicionar a su propia tripulación—, pero yo no era así, traicionar iba en contra de mis ideales.

Por otro lado, Luffy tampoco parecía ser el tipo de persona que le diera la espalda a alguien, así que supongo que estaba bien con eso. Podía permanecer a su lado. De todos modos, no quería pensar en una situación en la que me viera obligado a irme. Me gustaba estar con Luffy, no había mentido cuando le dije al estúpido de Cabaji que por fin sentía que tenía un lugar a donde ir, y ese lugar pertenecía, de alguna manera, al lado de mi pequeño atolondrado capitán.

¿En qué momento había empezado a pensar en Luffy como mi capitán? No lo sabía. Tal vez solo en este momento, tal vez desde ayer, o tal vez desde que lo conocí —incluso si era incapaz de decirle en voz alta que ya me consideraba parte de su tripulación—.

El tonto me tenía en sus manos. Pero ¿realmente quién era el tonto? ¿Él o yo por caer de lleno en su encantadora forma de ser?

Sinceramente, ahora que lo pensaba con detenimiento, había varías razones por las cuales decidí seguirlo, incluso cuando yo mismo lo menosprecié momentáneamente.

La primera razón era un poco tonta, pero desde el primer momento me sentí curioso de él. No entendía cómo un joven que lucía como tal, había sido capaz de infiltrarse en una base de la marina como si nada y se había atrevido a hablarme con una gran sonrisa en el rostro, sin una pizca de miedo en sus brillantes ojos.

Eso no solía pasar a menudo. La mayoría de las personas acostumbraban a huir o temblar con tan solo escuchar mi nombre. Mi sola presencia parecía intimidar lo suficiente como para provocar que alguien se desmayara del miedo.

Por supuesto, todo eso era una completa tontería, yo no iba por el mundo dañando a la gente que no se lo merecía; no era una mala persona, no dañaba a los inocentes.

Sin embargo, me había acostumbrado tanto a parecer tan borde e intimidante ante la gente, que el simple hecho de que un chico tan cautivador se me acercara como si nada, me había desconcertado tanto como me había molestado. Sumado a que en ese momento no estaba de buen humor. ¿Quién lo estaría después de pasar tantas horas en una situación tan miserable?

Claro, al principio pensé que su forma de actuar tan despreocupada era porque yo estaba completamente inmovilizado; pero incluso cuando me desató, siguió dándome esa brillante mirada, sin una pizca de miedo o rechazo. Eso me desconcertó demasiado. Aunque no tanto como su presentación y su propuesta de que me uniera a su tripulación.

En ese momento la idea me había parecido sumamente ridícula, impensable y fuera de lugar —como prácticamente todo lo relacionado con él—. Pero al final había terminado uniéndome a su pequeño equipo, siendo el primer oficial de los piratas "Sombrero de paja". ¿Quién lo diría?