🌀 CAPÍTULO 15 🌀

106 14 11
                                    

Adham

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Adham

El sonido de sus pies descalzos sonaban por todo el lugar, era un lugar gris y negro, no había viento, su corazón latía muy calmado, no había mucha luz, parecía un lugar creado con sombras. Adham caminaba tranquilamente, en ese lugar no había dolor y ni sufrimiento, caminaba por ese lugar sin rumbo alguno, su mente estaba en blanco... y entonces la vio, era Elizabeth parada frente a un espejo de plata, cepillaba su cabello y sonreía al verse reflejada. Él comenzó a caminar más rápido para poder acercarse a ella y poder abrazarla, cuando estuvo cerca de ella, la abrazó y esta se convirtió en cenizas, y ahora la veía atrapada en el espejo llorando y gritando.

—¡Elizabeth, amor, no llores, iré por ti! —gritaba Adham mirando el espejo preocupado. Golpeaba el espejo para poderla liberar, pero este solamente se rompió en pequeños trozos, muchos de estos se encajaron en sus manos y pies provocándole heridas, estaba cubierto por sangre—. ¡No, Elizabeth!

—Hacer eso no la traerá de vuelta —espetó una voz profunda entre las sombras a su alrededor.

Adham se quedó en su lugar sin mirar hacia atrás, reconocía esa voz.

—¿Por qué estás otra vez en mi mente? —giraba lentamente, su mirada seria se posó en aquellos ojos rojos que nunca pudo olvidar y sacar de su mente.

—Nosotros estamos unidos —respondió el Dorcha sin mover su gran hocico.

—Eso ya me los has dicho muchas veces —respondió Adham con cansancio sin apartar la mirada de aquel monstruo marino. Frente a él, estaba una versión de dos metros del gran monstruo marino más temido de todos los océanos—. ¿Dónde está Elizabeth?

—No tengo respuesta para esa pregunta —el Dorcha seguía mirando al hombre con orgullo.

—Entonces, ¿por qué volviste a mi mente?

—Porque nosotros estamos uni...

—Esa respuesta ya me la has dicho muchas veces.

—No te molestes, puedo investigar su paradero.

—Hasta que harás algo útil y no solo, decir "Estamos unidos".

El Dorcha gruñó sacó su lengua de dragón, su mirada se volvió más severa.

—No me hables así humano, yo te ayudaré a buscar a tu noviecita.

Adham hizo una señal con las manos para mostrar que ya no diría nada más. El monstruo marino movió su cabeza y giró su cabeza para dar la vuelta e irse.

—¿Alguna vez me dirás el por qué estamos unidos?

—Cuando tengas las agallas de volver a verme, tal vez te lo diga.

Sin decir nada más, el Dorcha desapareció de las sombras.

🌀

Adham abrió sus ojos bruscamente, sus ojos trataban de acostumbrarse a la poca luz que había en ese lugar y entonces vio a Milo sobre su pecho.

Contra tiempo ✔ [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora