Luo Binghe asintió, observándolo. Shen Jiu se preguntó qué tanto miraba el niño, ¿acaso había algo que hubiera quedado fuera de lugar? Sería ilógico, se había visto en el espejo antes de salir.

Binghe acercó su mano y tomó un mechón de su cabello húmedo. Lo tocó con suavidad, acariciando el largo mechón y volviéndolo a dejar en su lugar.

—A shizun le queda realmente hermoso el cabello así.

¿Está...bien? Shen nunca pensó en eso realmente. Si era hermoso con el cabello así o no, nunca lo consideró. Cuando se "arreglaba" era porque necesitaba mantener la imagen de erudito de secta que tenía que tener. No podía parecer el niño sucio y esclavo que alguna vez fue, no si no quería atraer más rumores de los que ya había atraído.

Tenía una ligera opinión sobre su apariencia. No se veía como un hombre horrendo, objetivamente hablando por supuesto. Sabía que tenía cualidades atractivas como su nariz y sus pómulos. Quizás sus ojos eran atractivos también, aunque eso variaba en la opinión general. Pero si tenía que decirlo, podía afirmar que su apariencia era la de un erudito atractivo.

Subjetivamente hablando, no encontraba atractivo en su rostro, en su mirada o en su cuerpo. Tenía un cuerpo delgado y saludable, entrenado por los años en la secta. Su rostro era anguloso y largo, con una mirada de odio en el peor de los días y de indiferencia en los mejores. No era el epítome de belleza y tampoco le importaba serlo. Por eso, cuando recibía halagos de este tipo, los cuales eran contados, le resultaba extraño. En especial cuando venía de alguien con una belleza tan destacada y delicada como lo era Luo Binghe, quien en su primera vida tuvo un harén amplio con bellezas con las que muchos hubieran soñado.

No creía que la percepción de belleza de Binghe fuera tan diferente en ambas vidas. Así que siendo así, ¿cómo podía halagarlo a él? No se parecía en nada a las bellezas que conoció de su harén y si era por su amor, entonces el amor le estaba obstruyendo un poco la vista. Uno podía amar a alguien y ser objetivo con respecto a su físico.

Como fuera, no era tan importante.

Restándole importancia con un ligero encogimiento de hombros, Shen habló.

—¿Hay algo en lo que este maestro pueda ser útil mientras me alojas en tus dominios?

—Creo que shizun puede descansar mientras yo me encargo de comunicarme con Ming shixiong. Si ocurre algo, sin dudas se lo comunicaré. Ahora sígame, seguramente quiere descansar un poco.

Shen aceptó ser llevado por otros pasillos que intentó memorizar en caso de que tuviera que recorrerlos en algún momento por su cuenta. No había podido guardarlos en detalle, pero sí podía recordar cosas generales de los mismos lo que podría ayudarlo a guiarse solo.

Terminaron en una parte lejana del palacio en el ala este. La tranquilidad de esa zona era más profunda y notoria que en los lugares donde habían estado antes.

—Si a shizun no le importa, este discípulo hizo este sector exclusivamente para él. Cualquier cosa que desee cambiar, solo debe decirlo y será cambiado de inmediato.

¿Por qué Shen Jiu querría cambiar algún lugar del palacio de Luo Binghe como si fuera su propio hogar? Ya bastante amable fue el chico al traerlo a su palacio como para que ahora Shen quisiera redecorar un sector, incluso si este estaba destinado a él.

—A este maestro no le importa mucho cómo se vea, estaré bien con lo que me des.

Había sobrevivido con menos de todas maneras.

Cuando abrió Binghe la puerta, Shen se dio cuenta que toda la decoración cambiaba radicalmente con el resto que ya había conocido. El palacio de Binghe tenía una estructura muy diferente, con grandes columnas, ventanas inmensas y puertas demasiado grandes como para solo una persona. La residencia entera parecía un lugar sacado de otro mundo muy lejos del que conocía, incluso del demoniaco. Pero ese sector al que había sido llevado, estaba decorado como su casita de bambú. Era casi una extensión del pico QingJing, con estructuras simples y conocidas, decoraciones en bambú y muebles sencillos que hacían lucir al lugar acogedor y no solitario. Incluso, a través de una ventana, vio un jardín de jóvenes bambúes. Todo tan verde, tranquilo y brillante como QingJing.

Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)Where stories live. Discover now