[ 5 ]

59 4 0
                                    

El escenario brillaba bajo el sol radiante de ese hermoso día de práctica en el circuito. La pista se extendía a lo largo de kilómetros, con curvas desafiantes y rectas que prometían emociones vertiginosas. Tina Castillo, enfundada en su traje de motociclista, estaba lista para enfrentar el desafío.

La moto de Tina era una maravilla de ingeniería, una máquina de carreras que rugía con poder bajo su control. Pintada de colores vivos y patrocinios de marcas de renombre, la motocicleta era una extensión de la piloto. Sus ruedas parecían besar el asfalto a medida que aceleraba por la pista, dejando una estela de velocidad y emoción.

El traje de Tina era una obra maestra de diseño, con detalles aerodinámicos que la hacían parecer una verdadera superheroína de las carreras. Ajustado a su figura, el traje llevaba los colores y logos de su equipo, destacando su identidad como piloto de élite en el mundo del motociclismo.

El día era perfecto para la práctica, con un cielo despejado y una temperatura agradable. El sol bañaba la pista en una luz dorada, haciendo que los colores de la moto y el traje de Tina brillaran con intensidad. La emoción del día se sumaba a la belleza del entorno, creando un escenario impresionante para las maniobras de alta velocidad de Tina.

Tina, a pesar de su talento y determinación en la pista, era una figura diminuta en comparación con la potencia de su moto y la vastedad de la pista. Pero su pasión y valentía la hacían destacar de manera espectacular en ese mundo dominado por la velocidad y la competencia.

Mientras Dave, su estrenador, y Tina continuaban charlando antes de regresar a la pista, todo parecía estar en su lugar. La belleza del día, la emoción de las carreras y la amistad entre Tina y Dave creaban un ambiente único y cautivador. La historia, llena de detalles y emoción, prometía aún más emociones a medida que avanzaban en su día en el circuito. Él era el mejor para ella, había apostado todo su futuro como entrenador a la piloto cuando Tina contaba con tal solo 15 años de edad. No era una estrella cuando la encontró, competía en bajas categorías que no apostaban nada por ella pero decidió firmar para trabajar con Tina y se ganó la lotería al enseñarle todo del motociclismo.

Castillo se preparaba para una sesión de entrenamiento en moto. Junto a ella, Dave, el hombre apasionado por las carreras y con un sentido del humor a toda prueba, se preparaba para darle instrucciones.

— ¡Buenos días, Tina! ¿Lista para arrasar hoy?

— ¡Por supuesto, Dave! ¡Estoy lista para dominar la pista!

Después de unas vueltas de calentamiento y algunas bromas sobre las habilidades de Tina en la pista, finalmente llegaron a una conversación más relajada mientras se tomaban un merecido descanso.

— Oye, ¿Qué tienes planeado después de la práctica de hoy? — Dijo su entrenador con curiosidad mientras mandaba al equipo a modificar unas cosas.

— Bueno, estaba pensando en encontrarme con Piastri. Hemos estado planeando algo juntos, no sabemos qué, pero es para despejarme antes de la carrera.

— ¡Ah, Oscar! Ese chico no sabe lo afortunado que es de tenerte.

Tina sonrió, agradecida por las palabras de Dave — Somos buenos amigos, eso es seguro. Y siempre es divertido pasar tiempo juntos.

— ¡Diversión es lo que necesitamos después de una sesión intensa en la pista!

La conversación continuó con risas y anécdotas sobre las aventuras compartidas de Tina y Oscar. Dave, como el entrenador y amigo de Tina, disfrutaba de la relación cercana que tenían y siempre estaba listo para brindar apoyo y diversión. Mientras preparaban el regreso a la pista para más práctica, todos compartían una sensación de anticipación y alegría por las aventuras que les esperaban en la carrera y en su amistad.
La conversación entre Tina y su entrenador Dave. Sin embargo, Dave parecía tener un tema un tanto inusual que quería discutir.

Racing Heart: Beyond the speed - Oscar Piastri <3Where stories live. Discover now