Capítulo 1: Rostro verdadero

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—Pido tan poco —gire el cristal, mostrándoselo—. Sólo déjame gobernarte, y podrás tener todo lo que puedas desear...

Ella frunció el ceño, detenido su avance.

—... y mi reino igual de grande... —susurró—. ¡Maldición!

Ella apretó los puños hasta que le quedaron blancos, pensando frenéticamente. Di un paso hacia ella: necesitaba que creyera.

—Nunca recuerdo lo que sigue...

—Sólo témeme, ámame —roge con gentileza—, haz mi voluntad y yo seré tu esclavo. —Extendí la mano, cuanto anhelaba acariciar sus suaves mejillas.

Ella, de pie donde estaba, tragó saliva.

—Mi reino igual de grande... —masculló—, mi reino igual de grande. —Observó el cristal un momento e, inspirándose repentinamente, las palabras llegaron contundentes—. No tienes poder sobre mí.

El reloj comenzó a sonar, retumbando en mis oídos.

Frio, pesadez... las piernas apenas pueden sostenerme. La visión está fallándome, las lágrimas a punto de salir como estampida de mis irritados ojos. Pedacitos de cristales incrustándose en mi corazón, el aire no parece llenar mis pulmones y ya no podía moverme. La oscuridad fue cubriendo todo a mi alrededor... consumiendo todo mi alrededor, la luz incluida.

Negrura infinita, pesada y, de la nada, una terrorífica carcajada burlándose de mi suerte. Mientras, una voz que había relegado a lo más profundo de mis memorias, se alzó: tan cruel y arrogante como antaño.

«Y, mi querido corredor ¿es suficiente mi regalo?»

Un cuerpo que conocía bien, tieso sobre la negrura del suelo, se materializo a mi lado.

«Recuerda, Jareth: solo es para siempre... y, para siempre, no es mucho tiempo.»

━✧❂✧━

—¡No! —gritó Jareth, despertándose angustiado.

Tardo un rato en recuperarse de su pesadilla. Sus muchas almohadas y cojines estaban despatarrados entre sus muchas mantas. Le gustaba el confort que le traían, era muy acogedor a pesar de la enormidad de su cama. Sin embargo, ahora mismo le parecían excesivas. Después de todo, ya no tenía el hechizo encima y, su horrible apariencia de goblin, no era ni esvelta ni alta.

Jareth había sido humano, hace mucho tiempo atrás. En los tiempos donde las antiguas leyendas eran el pan de cada día, donde la ciencia casi ni existía. Donde las calles eran de barro y las casas de piedra, las mujeres iban con vestidos y los niños trabajaban desde edades muy tempranas.

Él fue un comerciante, cultivando sus propias verduras y frutas, que vendía en el mercado de su pueblo. Su padre murió en la guerra, su madre falleció por la peste, su hermano mayor era el borracho del pueblo y su hermana menor estaba casada con el dueño de la funeraria. Él había estado solo hasta después de los veinticinco años.

Recordaba con mucho cariño (y nostalgia) cuando conoció a su amada esposa. Sarah, era la hija ilegitima del rey y la habían comprometido con el hijo de un importante noble extranjero. Aquella alianza presagiaba ser de gran provecho para su reino. Sin embargo, las cosas nunca resultaron como el rey deseaba. La reina, celosa de la belleza natural de la hija extra matrimonial, se había complotado con un vizconde enemigo para matar a la muchacha antes de la boda. Con esto, pretendía que su hija ocupara el lugar de la bastarda para salvar a su reino de la furia del reino vecino.

A Repulsive Little Scab -Jareth/Sarah-Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang