8. Rata acorralada

269 26 34
                                    


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.




La sonrisa de Anto se amplía.

—¿Por qué aclarás que te gusta como persona?

—¿Cómo que por qué lo aclaro? —se ríe, removiéndose en el sillón—. ¡Porque suena para el orto si no! Parece como que digo que... ¡No sé; otra cosa, má!

—¿A qué te referís con "otra cosa"? ¿"Otra cosa" cómo...?

Silencio.

—¡Tirá esa carta que tenés ahí agarrada y dejá de decir boludeces! —dice como espantando un bicho con la mano—. ¿Querés?

Ella baja un ancho de espadas que le da la victoria y dice, con un tono fuera de joda:

—A mí me parece que no son boludeces.

Kun le clava la mirada, tensándose como una rata lista para salir corriendo.

—¿Estás loca vos? ¿De verdad pensás que me gusta un chabón? ¡A mí, Antonela?

—Vos mismo lo estás diciendo.

—Y, pero si vos lo estabas insinuando. No te hagas la desentendida, má.

—Yo no soy la que se hace la desentendida. Vos dijiste "me gusta" y aclaraste que "como persona". ¿Por qué? —lo mira de costado en un movimiento lento—. ¿No serás vos el que está insinuando otra cosa?

Él se ríe, aplastando la espalda contra el sillón y haciendo montoncito. Aunque la mira a los ojos al hablar, alza las cejas demasiado y aparta la cara cada dos por tres:

—Nah, vos 'tás loca —repite—. Cualquiera decís. Querés que se vea como que yo lo dudo pero sos vos, loco. ¡Vos lo dudás, no yo!

Anto, al revés que él, está cada vez más tranquila y más segura. Sus palabras no la perturban. Es más, sonríe.

—Está bien si te gusta —dice.

Kun echa la cabeza para atrás, exasperado.

—¡No soy puto, Anto!

En vez de discutírselo, ella se lo queda viendo a los ojos, parpadeando lento. Entonces la cara le empieza a arder y no sabe para dónde mirar. Se queda pensando en silencio durante un largo momento, absorbido por sí mismo. Pero no es un pibe complicado. Así que acaba por chasquear la lengua y, mirándola a los ojos, confiesa:

—¡No sé qué chota me pasa con él! Pero no soy puto, ¿sabés? Aparte, ¿sabés qué? Si me gusta, no quiere decir que vaya corriendo a chuparle la pija. Así que no me rompás las pelotas, má.

Anto lleva la vista en su regazo, tirando de la piel de su mano con suavidad.

—Hacé lo que te parezca, Kun. Sólo no te culpes por lo que sentís, porque no podés controlarlo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 03, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

𝐄𝐋 𝐎𝐑𝐆𝐔𝐋𝐋𝐎 𝐃𝐄 𝐌𝐈 𝐕𝐈𝐄𝐉𝐎Where stories live. Discover now