— Quizá tu mamá ya cambio o por lo menos lo intenta, quizá esta vez si ponga en primer lugar a sus hijos y se preocupe por ellos.

— Esa señora nunca va a cambiar, te aseguro que ni el día que pierda a un hijo va a cambiar... Eso te lo por seguro.

Traté de animarlo, intenté que alejara de su mente esos sentimientos negativos pero me era imposible, realmente se encontraba enojado, quizá decepcionado así que nuestra plática se extendió por varios minutos acerca de lo que ocurría.

— Gema, ya no quiero hablar más de ello, la verdad la paso muy bien estando aquí contigo y también con tu familia, no quiero arruinarlo hablando de esa gente que no ha aportado nada a mi vida, mejor disfrutemos del momento. — Me regaló una sonrisa y se acosto sobre mis piernas para seguir disfrutando de la televisión. A pesar de que no me gustaba verlo así preferí no continuar tocando el tema pues realmente se ponía mal cada que hablábamos de ello así que respete su decisión y pasamos una agradable tarde.

A la siguiente semana abandonamos nuestros sábados de películas y asistimos a casa de mis tíos, comimos en familia lo cual ambos amamos hacer y más tarde jugamos, ya saben sin noticias nuevas solo que como siempre perdimos todas las partidas.
Recién había pasado Semana Santa y no habíamos salido a ningún lugar debido a la contingencia que aún se encontraba vigente así que decidimos planear un paseo de último momento, recibimos sugerencias y don Lucio al final brindó la idea que convenció a todos los que nos encontrábamos al rededor de esa mesa, un paseo a un lugar lleno de naturaleza, alejado de la mayor parte de la población.

Así que esa noche dormimos en casa de mis tíos como lo hacíamos con mucha frecuencia, por la mañana despertamos temprano, por primera vez me levante temprano en domingo y no escuché los reproches de Gerry por mi largo sueño, estábamos todos listos, con ropa caliente por el frío matutino pero debajo de ella ropa fresca para la tarde rodeados de naturaleza. Abordamos los autos todos, al ser muchas personas fueron necesarios los tres autos, el de mis tíos, de don Lucio y Aarón así que Gerry y yo subimos con mis tíos acompañados de Katia y empezó el largo camino. Fueron algunas horas de trayecto hasta que llegamos a un minisuper en donde compramos botanas, alimentos, refrescos, bebidas, también pasamos a tiendas de comida para comprar lo que se prepararía más tarde, cuando llevábamos todo volvimos a los autos, tan sólo pasaron algunos minutos cuando comenzamos a alejarnos de la completa civilización, a nuestro alrededor solo había árboles, hasta que llegamos a un alejado lugar en donde había muchos árboles y un enorme río en donde corría agua cristalina, de inmediato bajamos las cosas del auto y nos establecimos en un cómodo lugar bajo la sombra de algunos árboles en donde vimos salir el sol y comenzar a calentarnos, cuando esto ocurrió, la mayoría de nosotros comenzamos a despojarnos de nuestras calientes prendas para quedar la mayoría en short y blusas ligeras, compartimos la botana y algunos de ellos bebían unas cervezas.

Cuando el sol fue más intenso Aarón y su esposa Emily se levantaron, con ellos le siguió Katia
— Vengan Gerry vamos al agua — Indicó Aarón
— Ven pareja vamos — Me dijo Gerry mientras tomaba mi mano para que me levantara de mi lugar
Los cuatro nos alejamos un poco y fuimos a sentarnos a la orilla del Río, quitamos nuestros zapatos y metimos los pies al agua que aún se encontraba muy fría mientras contábamos algunas aventuras graciosas, no pasó mucho tiempo cuando Gerry comenzó a hacer de las suyas y tomó a Katia para arrojarla al agua, al ver que eso ocurrió traté de huir pero enseguida hizo lo mismo conmigo.
— Ayúdame Aarón — Indicó Gerry
Y por supuesto Aarón imitó la acción con su esposa pero ella fue inteligente y lo tomó por los brazos, ambos se fueron al agua, Gerry era el único que permanecía seco de las rodillas para arriba así que planeamos una estrategia para que se uniera a nosotros, poco tiempo pasó cuando Aarón lo tomó por la cintura y lo llevó al agua también. Dentro del agua todos reíamos y temblábamos por el frío, fue algo bastante divertido, comenzamos a arrojarnos agua entre nosotros y a jugar.

1460 días junto a él Where stories live. Discover now