Funeral (Día 850)

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21 de Diciembre 2020

A punto de terminar la semana, mientras me encontraba trabajando comenzó a sonar mi celular, era una llamada la cual respondí
  — Hola hombre precioso — Saludé
  — Hola preciosa ¿Que crees? — Se escuchó al otro lado del teléfono un Gerry con tono de voz no tan alegre como la de siempre
  — ¿Que sucede? ¿Todo bien? — Interrogué
  — Falleció mi tío.... Mi tío Edgar, el esposo de mi tía Clara.
— ¿Estás bien? ¿Quieres que salga de trabajar? — Te acompaño en esto
— Termina tu turno, mañana acompáñame, por favor.
— Por su puesto, mañana estaré ahí, contigo.
Terminamos la llamada y termine mi turno laboral, llegue a casa e hicimos una video llamada en la cual retomamos el tema del fallecimiento de su tío, comencé la conversación preguntando cómo se sentía al respecto.
  — Me siento raro Gema, sabes que esta familia, mi familia de sangre no me cae nada bien pero por supuesto que la muerte no es algo que le desee a nadie, ademas ese tío era diferente, sabes que fue él quien me apoyó cuando no tuve quien me llevara a un examen de la universidad y eso se lo agradezco mucho, siempre se lo voy a agradecer porque fue el único que se preocupó por mi examen a pesar de que no es de mi familia directa ya que es el esposo de mi tía Clara.
  — Lo se Jesús, sé que aunque fue poco el tiempo de convivencia con él le tomaste aprecio porque te ayudo cuando lo necesitabas, el, al igual que su esposa, tu tía tienen una enfermedad y solo el sabía lo que estaba sufriendo o batallando con ella, la muerte no es algo que deseas a nadie pero tampoco es algo que puedes evitar en ocasiones, quédate con el buen recuerdo que tienes de él, del esfuerzo que hizo en ayudarte y llevarte hasta la universidad aquel día, has lo que esté en tus manos estos días que serán dedicados a él, mañana estaré contigo y te acompañaré en esto ¿De acuerdo?
— Muchas gracias Gema — ¿Sabes? A pesar de que mi tía Clara no me agrada del todo, siento tristeza por ella, te llegue a platicar que por la enfermedad de ambos nunca tuvieron hijos, vivían ellos dos solos y ahora ella estará sola, de verdad no imagino lo difícil que debe ser perder a tu pareja, en general lo difícil que debe ser perder a alguien que quieres mucho.
  — Eso me gusta de ti, que a pesar de que me has platicado que tu familia no ha sido la mejor contigo, aún mantienes ese corazón noble, apóyala lo más que puedas y acompáñala.
  — Así lo haré Gema, estos días que estoy sin empleo me quedaré en su casa con ella.
Al día siguiente no fui a trabajar pues pedí permiso para estar con Gerry lo más temprano posible, me aliste y cuando estaba a punto de salir de casa recibí un mensaje de Gerry quien me informó que en unos minutos iría a mi casa por mi
  — No, tú no te preocupes, yo llego a tu casa, tú realiza lo que tengas que hacer mientras yo llego, esta ocasión no te preocupes por eso.
Al salir de casa encontré a mi abuelo Felix quien iba llegando en su moto.
  — ¿A donde vas, chaparra? — Pregunto
  — A casa de Gerry.
  — ¿Te llevo?
Acepte su propuesta y subí a la moto con el, avise a Gerry que mi abuelo me llevaría así disminuiría su preocupación de que saliera en el transporte público sola.
25 minutos más tarde llegue a casa de sus abuelos que es donde él vive actualmente, toque la puerta y salió uno de sus primos quien me abrió y me invitó a pasar
  — Hola Gema, Gerry se esta bañando, pero me encargo que si llegabas te invitara a pasar — Agregó su alto primo
  — Muchas gracias — Respondí y pase a casa
Me acerqué a su abuela Lucrecia para saludarla quien de inmediato me pidió salir de casa en un tono no tan amable ya que su esposo tenía la puerta de la habitación abierta y probablemente no quería que yo observara nada de lo que se encontraba dentro.
Algunos minutos después mientras esperaba en la puerta de la casa pude escuchar que Gerry se acercaba a mi  — Hola preciosa — Saludo con el cabello húmedo y algunas gotas de agua deslizando por su rostro
  — ¿Que haces afuera? — Pregunto confundido
  — Tu primo me invito a pasar pero tú abuela me pidió esperar afuera.
Gerry puso los ojos en blanco al escuchar aquellas palabras y tomó mi mano para meterme a la casa.
  — Abuela ¿Porque le pidió a Gema salir?
  — Porque tu abuelo estaba cambiando su chamarra, solo le pedí esperar...
Gerry suspiró y dio la media vuelta, me llevó hasta un sillón en donde tomé asiento
  — ¿Ya pediste el auto a casa de tu tía? — Pregunto su abuela Lucrecia a lo lejos.
  — Aún no, primero terminaré de alistarme — Respondió Gerry. 
Gerry entró a la habitación en donde se estaba quedando a terminar de vestirse mientras yo esperaba en la sala de la casa.
  — Gema — Grito Gerry desde su habitación
Me levante del sillón y fui con él para saber que necesitaba
  — ¿Me ayudas a pedir un Uber mientras termino de alistarme? — Dijo mientras me entregaba su celular
  — Si — recibí el celular en mis manos.
  — ¿Te digo algo y me das tu opinión?
  — Claro Gerry, dime.
— Yo quede que apoyaría a mi tía con esto que estaba sucediendo pero mi abuela y mis tías ahora creen que me corresponde pagar el Uber, ya gaste mucho en el transporte porque ellos no quieren llevar su auto, trato de mantener la calma y no decir nada porque prometí ayudar en lo que fuera necesario.
  — Si, apoyarías a tu tía, emocionalmente y quizá económicamente pero tampoco es justo que tu abuela y tus tías se aprovechen de ello y les pagues el transporte todos los días de ida y de regreso, eso ya es abuso.
  — Lo se, pero no quiero decir nada, no ahora porque en este momento las cosas están complicadas  y así como es esta familia lo tomarán de muy mala manera.
  — Se me hace extraño que lo permitas ya que tú nunca te quedas callado ante lo que piensas ni mucho menos permites que abusen de ti, nunca.
  — Ya se pero lo hago por mi tío, él me apoyo y ahora voy a hacer lo último que esté en mis manos, de aquí en adelante no vuelvo a permitir nada de esto.
Me acerqué a él y le di un abrazo con una mano mientras sostenía su celular con la otra
  — Si necesitas más dinero me dices ¿De acuerdo?
  — Gracias Gema, te amo. — ¿Sabes? Estoy muy apenado por la grosería de mi abuela, es una persona muy fea, la razón por la que te pidió salir es porque la puerta de su habitación estaba abierta y ella piensa que toda persona que entre la va a juzgar o va a envidiar lo que ella tiene, es algo sin sentido, además de que probablemente no quería que vieras a mi abuelo, te juro es la persona más celosa que existe, es ilógico, solo quiero disculparme por aquel comportamiento de ella, es por eso y por muchos más motivos que no me gusta estar aquí ni vengas a esta casa, ella es muy grosera por ello prefiero que estemos en casa de tus tíos o bien en tu casa.
  — No te preocupes Gerry, puedes estar tranquilo, me has dicho en repetidas ocasiones lo incómodo que estás aquí y no vengo a causarte problemas, vine a acompañarte en esto y no tienes que preocuparte por lo qué pasó, solo olvídalo ¿De acuerdo?.
  — Gracias por siempre entenderme Gema, no sabes todo lo que e tenido que tolerar en esta situación, pero finalmente sabes que no me importa lo que está familia diga o piense.
Cuando termino de alistarse y el auto ya esperaba afuera salimos de casa acompañados de sus abuelos, fue un trayecto de treinta minutos aproximadamente, llegamos a una casa de dos plantas, bastante grande por cierto, entramos y subimos unas escaleras, estaba lleno de personas, todo estaba en silencio, saludamos a algunas de sus tías hasta que llegamos a un lugar en donde tomamos asiento, llego un hombre que era quien llevaría a cabo todo el proceso de lo que se hace en todos o la mayoría de funerales, aquello duró aproximadamente una hora, al finalizar la gente comenzó a marcharse, tan sólo quedaron sus tías y familiares cercanos, quienes conversaban con la ahora  mujer viuda dándole algunas palabras de consuelo y ánimo. Recibí una llamada de mis tíos quienes me comentaron que en pocos minutos llegarían por mi, mientras tanto Gerry comentaba que esa noche se quedaría en casa de su tía para hacerle compañía.
  — ¿Gema también se quedará? — Pregunto la señora Clara
  — No, sus tíos vendrán por ella en un par de minutos.
Más tarde llegaron por mi, pude ver desde la ventana del segundo piso la camioneta de mis tíos, me despedí de todos, Gerry y yo bajamos las escaleras hasta llegar a la puerta, mis tíos bajaron el vidrio de su ventana y saludaron pero a diferencia de todos los días que se mostraban con mucha efusividad esta ocasión fue diferente, venían un poco serios, las suposiciones eran que venían cansados y decidí no preguntar, subí a la camioneta y nos despedimos de Gerry quien de inmediato regresó a la casa.
Comenzamos el viaje
  — ¿Como te fue? — Preguntaron ambos tíos
Les platiqué un poco de todo lo que había ocurrido.
En los próximos días acompañe a Gerry mientras terminaba todo lo de su tío, uno de los días él llegó a mi casa temprano, desayunamos, me aliste y salimos en dirección a su casa pues él necesitaba darse un baño, cuando llegamos no se encontraba nadie debido a que sus abuelos ya estaban en casa de su tía Clara. Mientras Gerry se daba un baño yo esperaba sentada en la cama de la habitación en donde se estaba quedando, mientras me encontraba ahí me surgían mil dudas las cuales prefería no expresarle pues no quería hacerlo sentir mal o incomodarlo, me preguntaba porque aquella habitación estaba repleta de guardarropas y ninguno de ellos tenía ropa de Gerry, todos estaban vacíos mientras que su ropa tenía que guardarla en cajas de manera.
Después de esperar varios minutos lo vi entrar por la puerta con dos camisas en las manos
  — ¿Cual me pongo? — Pregunto señalando las camisas
Observé por varios segundos ambas y indiqué al color blanca pues siempre me ha gustado como se ve con camisas de ese color, de inmediato se la coloco y abrochó cada uno de sus botones, se colocó un cinturón color negro y el delicioso perfume que le había regalado unos meses atrás en nuestro segundos aniversario el cual dejó oliendo toda la habitación, esa era una de mis cosas favoritas de él, que jamás en la vida salía de casa sin perfume y sin reloj, podía olvidar absolutamente todo pero un reloj jamás
Mientras esperábamos que el auto que pedimos por una aplicación llegara por nosotros, ambos nos sentamos sobre la cama a conversar un poco, parecía como si él me hubiera leído el pensamiento
— ¿Entiendes porque digo que mi abuela es envidiosa? — Comentó
— ¿Porque? — Pregunté
— Mira la cantidad de guardarropa vacíos qué hay en esta habitación y ninguno quiso prestarme, dijo que no que en algún momento podría ocuparlos y mi ropa le estorbaría, decidí no insistir más y mejor comprar cajas para guardar mi ropa.
Lo mire a los ojos y acaricie sus manos ya que lo que había dicho me partió el corazón pero no quise demostrarlo.
— ¡Compremos un guardarropa para ti! — Propuse
— No Gema, no ahora, lo compraré hasta que me salga de esta casa porque si lo compro ahora cuando me salga querrán quitármelo y no permitirán que me lo lleve, los conozco.
Nuestra plática se vio interrumpida por una llamada telefónica que nos indicó que el auto solicitado ya estaba esperando afuera, tomamos una chamarra cada quien y salimos de casa.
Al llegar a casa de su tía Clara después de un largo trayecto, se encontraban todos en el enorme patio el cual estaba lleno de mesas con muchas personas comiendo, esto debido a que era el último día y terminaba con una comida, Gerry y yo saludamos y tomamos asiento en una de las mesas en la cual se encontraba su abuela al frente.
— Sostén mi chamarra Gema, iré por comida para los dos — Dijo Gerry mientras se levantaba de la mesa y se alejaba de mi.
— ¿Cerraron bien la puerta de mi casa? — Me preguntó su abuela Lucrecia cuando Gerry ya se encontraba en los asadores de carne sirviendo ambos platos.
— No se señora, yo vengo de mi casa, no entré a la de usted, debería preguntarle eso a Gerry — Respondí con una sonrisa y una pequeña mentira.
— Está bien, se lo preguntaré a él...
Cuando Gerry volvió quizá a lo lejos pudo percibir que manteníamos una conversación ya que al acercarse pregunto — ¿Sucede algo abuela?
— Solo le pregunté a Gema si cerraron bien la puerta de mi casa?
Para mi buena suerte aún sin ponernos de acuerdo él dio una respuesta muy similar a la mía
— Si abuela, si cerré bien, Gema no sabe ya que ella viene de su casa.
La señora evitó dar una respuesta a ello y continuó comiendo, Gerry se sentó a mi lado y me entrego un plato de comida.
Mientras comíamos su tía Clara comenzó a platicar la historia de cómo había conocido a su esposo, ella comentó que ambos estaban enfermos del riñón y en uno de sus tratamientos se vieron por primera vez y comenzaron a salir, al poco tiempo de ello se casaron pero nunca pudieron tener hijos debido a aquella enfermedad, esa había sido la causa del fallecimiento del hombre. También agregó que antes de él había tenido un novio con quien había durado varios años y con quien creyó que se casaría pero no fue así, término aquella plática añadiendo que las parejas que duran mucho tiempo de novios nunca se casan, Gerry contradijo aquel comentario diciendo que ye era mentira pues si era posible casarse con tu relación más larga.
— No lo creo ¿Ustedes cuando tiempo llevan de novios? — Pregunto su tía Clara
— Llevamos dos años — Respondió Gerry
— No se van a casar.
— No comience con su mala vibra como siempre tía, si es posible quedarse con la pareja que uno dura mucho.
Después de aquel debate Gerry recordó que era hura de alimentar a los perros que su tía tiene en el patio trasero así que me invito a acompañarlo y yo accedí, ambos salimos con bolsas de alimento y antes de llegar hasta donde estaban las mascotas me advirtió que eran grandes y juguetonas
— Tranquilo, puedo con dos perros. — Respondí
— Es que eres tan delgada que tengo miedo que un perro pueda tirarte al suelo.
— No pasa nada, te preocupas mucho — Añadí riendo.
Salimos y alimentamos a los perros que verdaderamente si eran grandes pero ninguno de ellos me hizo ningún daño como Gerry pensaba, mientras los animalitos comían nosotros conversábamos sobre algunas cuestiones.
— ¿Sabes Gema? Justo hoy mi tío cumplía años, me partió el corazón ver que por la mañana mi tía se levantó muy temprano y colocó una canción de cumpleaños la cual canto con muchas lágrimas.
Cuando los perros terminaron de comer nosotros volvimos al lugar en donde estábamos, para nuestra sorpresa había llegado la señora Graciela, la mamá de Gerry quien se encontraba sentada en nuestros lugares, nos acercamos y tomamos asiento en los lugares más cercanos, fue un momento incómodo ya que la mujer saludó a todos en la mesa excepto a su propio hijo a quien ignoró como si no existiera.

1460 días junto a él Where stories live. Discover now