Cuando terminaron con todo, Shen fue con sus discípulos y les comunicó que ya regresarían a QingJing. El caballo que Luo Binghe había usado lo llevaría Ming Fan. Shen notó que desde que Luo se había arrojado al Abismo, Ming Fan no había dicho una sola palabra. Completamente en silencio y cabizbajo, apenas siendo capaz de indicarle con señas a sus compañeros a dónde debían ir. Ning Yingying tuvo que tomar parte del rol para poder ayudar a sus compañeros. Shen sabía que ella no se sentía mejor que Ming Fan, pero era una mujer fuerte y estaba intentando serlo para sus hermanos marciales.

Todos estaban intentando mantener sus piezas unidas.

Al llegar a QingJing, a pesar de que era ya de noche, todos los discípulos que no fueron estaban esperando afuera a que sus compañeros y maestro llegaran tras escucharlos en el camino. Las sonrisas con las que los recibieron desaparecieron al ver que, en lugar de seis, habían vuelto cinco. Y las expresiones de todos no eran nada buena.

Ling Yi se adelantó y abrazó a Ming Fan cuando este se acercó. Chen Mei y Chen Lin se acercaron a su shijie, abrazándola entre las dos para darle consuelo. Los tres shidis que siempre seguían a Binghe, Ying Yao, Zhao Luping y He Xian, se acercaron a Yang Chen para abrazarlo y comenzar a llorar. Buscando consuelo por la pérdida de su shixiong favorito. Zhang Hua y Wu Ling se acercaron a Lu Song quien se veía apagado y realmente carente de energía como no era lo usual.

Los discípulos mayores se quedaron consolando a los demás discípulos. Solo uno de ellos se acercó a Shen.

—Shizun, ¿necesita algo?—preguntó suavemente.

Shen Jiu negó con la cabeza.

—Iré a descansar.

—Por supuesto.

Y se marchó, dejando al montón de adolescentes consolándose entre sí.

"Esto es tu culpa."

[Yo solo hago mi trabajo (╥﹏╥)]


La noche estaba a la mitad y Shen descubrió que no podía dormir. No había manera en que pudiera hacerlo luego de todo lo que había pasado. Las memorias de su primera vida habían resurgido una vez más, trayendo viejas imágenes que hacía tiempo no lo atormentaban en sueños. La decepción de su discípulo al ser traicionado por su maestro, un maestro que nunca le dio indicio de apreciarlo ni una vez. El regreso de ese discípulo, más poderoso, más grande. El dolor que esas manos le causaron, arrancando sus extremidades como si fuera un asqueroso insecto.

No pudo soportar estar mucho tiempo acostado. Así que, colocándose una simple túnica exterior, salió a caminar para calmar su mente y descansar unas horas. El bosque de bambú siempre lo había tranquilizado, aunque pocas veces lo había ayudado a dormir.

El silencio del pico solo demostraba que los demás discípulos estarían en sus camas, descansando luego de la horrible noticia que trajeron de la Conferencia. Ellos habrían esperado algo bueno, como que habían ganado los primeros lugares o algo así, no que habían perdido a un compañero. Se suponía que se irían todos y volverían todos.

Dentro de la tranquilidad del bosque de bambú, escuchó murmullos. Los pasos de Shen nunca fueron ruidosos, eran tan ligeros que apenas podían llegar a notarse, así que los murmullos no frenaron. Había dos personas conversando y mientras agudizaba sus oídos, Shen se acercó más a las voces.

Estando a unos pocos metros los vio: eran Ming Fan y Ning Yingying.

—No tienes que culparte de nada—murmuraba Yingying, por lo que Shen veía ella estaba sosteniendo la mano de Ming Fan.

Sistema de Redención del Villano Escoria (BINGJIU)Where stories live. Discover now