Cinco.

349 31 1
                                    

No sólo sería una cena.

Cuando Stephen llegó ese mismo día a caballo, despeinado, y con el traje a medio poner, supe que no sería sólo cualquier cena, supe que debía ponerme mi mejor vestido, preparar mi mejor sonrisa y eso era difícil... pues no podía dejar de llorar.

"Benedict es apuesto, alto, todo un caballero" afirmaba mi tía acariciando mi cabello.

"¡Lo sé!" Lloraba con más fuerza, no era eso en absoluto lo que me preocupaba, era más bien el hecho de que no le amaba en absoluto y peor aún, sabía que si bajaba con Stephen y le decía que no podía casarme, que no estaba lista él me entendería y me llevaría de vuelta a casa... pero no podía hacer eso. Era mi deber, me lo había propuesto, así apoyaría a mi familia, quizá no era Benedict el más rico de los hombres, pero su status social, el nombre de su hermano, su arte... todo llevaría a la familia Pembroke a la sociedad londinense con la cabeza en alto de nuevo.

"Cariño, estoy segura de que aprenderás a amarlo" seguía intentando consolarme mi tía. "Y en la noche de bodas, estoy segurísima de que será amable contigo..."

"¿Qué?" sabía, bueno... había escuchado sobre la famosa noche de bodas donde ambos novios dormían juntos... pero a qué demonios se refería mi tía con que Benedict sería 'amable' conmigo.

"Oh pues..." mi tía trago duro "el día de tu boda puedo decírtelo... yo..."

"¡Dímelo ahora! ¿A qué te refieres?" Pregunté sentándome en la cama, con la cara hinchada de lágrimas y roja por el esfuerzo.

"Pues... cuando uno se casa... ¡ay Dios mío!" Nunca había visto a mi tía tan sonrojada, por favor, si me había hablado de prostitutas sin inmutarse.

"¡Tía!" Chillé.

"¡Bien! Iré al grano" suspiró para prepararse "cuando te casas debes comprometerte a tus deberes maritales" comenzó "tanto tú como tu esposo, irán a sus aposentos, se besarán y... pues... elpodrasumiembrodentrodeti y ahí acaba todo"

"¿Qué?" No había entendido una palabra.

"Ay Dios, no me hagas repetirlo" me suplicó.

"¿Su miembro?" Pregunté con miedo

"Sí... dentro..."

"¿Dentro de dónde?" Mi tía se persignó rápidamente.

"No sé explicar eso, debería de estar tu santa madre aquí para decírtelo" se cubrió el rostro con las manos, abochornada. Pensé en mi madre y en lo diferente que sería todo si ella estuviera aún viva, ya no recordaba su rostro, mis memorias eran inventadas casi siempre, un placebo para mis emociones. Tomé una bocanada de aire y las manos de mi tía.

"Dímelo con calma, no hay nada por lo cual sentirse apenada" intenté razonar y mi tía tomó aire.

"El hombre tiene el trabajo de poner bebés dentro de ti" asentí, eso sí lo sabía. "Para lograrlo, debe desnudarte... si ese es su gusto, claro..." aclaró su garganta, aún nos tomábamos las manos.

"¿Su gusto?" Mi tía asintió "¿Qué hay de MI gusto?" Le pregunté y el rostro de mi tía se tornó en uno de compasión.

"Eso no importa en el mundo de los hombres, no voy a mentirte, hay algunos que... como tú tío, te preguntan qué tal te sientes con esto o aquello... pero son la minoría" me explicó y me sentí bastante desilusionada. "Pero bueno... eso será cosa de Benedict, o bueno..." soltó una risilla "de tu futuro esposo" Asentí de nuevo, invitándola a seguir "una vez juntos, dependerá de él que tanto... te preparará, debes estar lubricada para recibirlo y que no duela tanto"

Obligado. Benedict Bridgerton Fan FictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora