No te acerques a mí

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No te acerques a mí, te ruego, no porque quiera alejarte de mi vida, sino porque te amo lo suficiente como para desearte la paz y la felicidad que mereces. Cada palabra que compartimos, cada mirada cargada de desesperación, corta como un cuchillo afilado y me hiere profundamente. No puedo soportar verte sufrir, ni tampoco soportar el dolor que me causa estar cerca de ti sin poder hacer que las cosas mejoren.

Nuestra separación no es un acto de indiferencia, sino un intento desesperado de preservar lo que queda de nuestro amor. Tal vez, en el futuro, el tiempo y la distancia nos permitan sanar y encontrar la paz interior que tanto necesitamos. Quizás encontremos la manera de seguir adelante por caminos separados, pero con el amor y el respeto que siempre compartimos.

Te prometo que cada día llevaré en mi corazón los recuerdos felices que compartimos, y desearé sinceramente que encuentres la felicidad que mereces.

Siempre serás una parte importante de mi historia, y espero que el tiempo nos brinde la claridad y la serenidad que necesitamos para sanar.

Tan dentro de mí pero muertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora