__ ¿Que se supone que hice?

__ Entraste a una cárcel. - se ríe. - ¿En serio, Gavrel? - suspira. - Te creía un muy problemático sujeto, pero ¿a esos límites?

__ ¿Que más dicen? - quiero saber.

__ Una modelo famosa creo...le lloverán demandas según los chismes. Dicen que te acompañaba ¿quien es ella? No la conozco, pero dicen que...

¡Maldita loca!

Corto la llamada sin saber por qué estoy más enojado de lo que antes estaba.

La vena de mi cuello palpita estrepitosamente oyendo el pulsar cerca de mí oreja, percibo el maldito latir de mi sangre bombeando por mis venas. Todo se descontrola y por alguna razón quiero romperle el cuello a la persona que filtró eso. Estoy furioso. Necesito desquitarme con algo y por ello tomo lo primero que encuentro y lo lanzo la pared, sin importarme que es mi maldito celular, el cual se vuelve añicos, cayendo al suelo.

Froto mi cara con mis manos. El maldito ardor no se va de mi piel, de mi mente, de mi cuerpo, en mi pecho el latido es tan fuerte que ni siquiera percibo lo que tengo a mi alrededor.

__ ¿Sucede algo, señor? - me pregunta uno de los hombres que tengo vigilando.

__ Dile a Emilio que me envíe la dirección de la loca esa. - dispongo con el pulso disparado. - ¡Para ayer!

Algo me exige que vaya con ella. No entiendo por qué necesitaría ir con ella, si lo último que quiero es tenerla cerca. No la soporto. Me cae mal. Es una piedra en el zapato que jode y jode, un dilema que no me quiero echar encima, pero por un motivo desconocido no dejo de pensarla y es algo que me está martirizando mucho más de lo que debería.

En cuestión de minutos Emilio se comunica conmigo para enviarme la ubicación de la desquiciada.

__ Dame las llaves de tu auto. - dispongo para el hombre que tengo enfrente.

__ Señor, ¿el suyo donde...

__ Las llaves. - reitero y no tiene más remedio que entregarlas. - Llama a la agencia que me envíen otro, consigue un nuevo teléfono también, ya saben cuáles son las especificaciones que quiero en eso, solo recógelo y déjalo en mi garage y el celular aquí.

No pierdo más tiempo conduzco hasta el sitio donde me dicen que se encuentra no es más que un complejo de apartamentos. Entonces no sé qué demonios estoy haciendo pero si la encuentro...

Necesito calmarme. Necesito pensar. Necesito respirar o enviar todo la mierda.

Cierro mis dedos alrededor del volante, la furia aún no se ha esfumado de mi sistema. Solo sé que necesito verla, que no está destruyendo el auto de otra persona, porque conociéndola está haciendo alguna estupidez.

Pese a lo estúpido que me estoy viendo, a lo imbécil que puedo llegar a hacer y a lo hostigante que es la hija del infierno... necesito saber que está bien

Salgo del auto, subo al ascensor y me aseguro de ir al piso al que supuestamente se encuentra, hallo la puerta y levanto el brazo para tocar.

¿Que estoy haciendo?

¿Que carajos estás haciendo, Gavrel?

¿Te estás volviendo loco o que demonios te ocurre?

Detengo mi impulso. Necesito irme. Por ello retrocedo, bajo el brazo y me doy la vuelta para salir de este edificio y no cometer una estupidez más grande que la que estoy haciendo. Estoy buscando una loca que destruyó mi auto a base de golpes con un puto palo de golf.

¿Qué más locura que esa puedo hacer? Definitivamente perdí la cabeza igual que ella.

__ ¿Gavrel? - freno mis pasos.

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