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─ ¡Midoriya!
Una linda niña de como unos 7 años, con un cabello rosa con puntas de color verde claro, con ojos del mismos color. Además de piel extremadamente blanca - pero no pálida - y un poco alta para su edad, dibujaba en el piso del dormitorio que compartía con las demás niñas huérfanas.
La cuidadora del orfanato, Sakura, llamaba a las niñas por sus "apellidos", claro la niña dejó de dibujar y guardo todo lo relacionado con lo que estaba haciendo para que no la regañaran. Y fue directamente al comedor en donde había escuchado a Sakura.
Esa era la rutina de siempre, el orfanato se cargaba una fama pequeña que hacia que todos los días venían uno o dos padres que querían adoptar una niña, porque el orfanato era únicamente por y para niñas de aproximadamente uno a trece años.
Como sea la pequeña niña sabía que no la iban a adoptar, la hacían pasar como extraña por su cabello y su fuerza sobrenatural aún no teniendo un Quirk, incluso la cuidadora a veces le pinta el cabello de color negro mutable, pero esta no era una de esas veces.
─ Bien niñas, les presentó al señor Kanroji Horimoto, el es un famoso escritor que planea adoptar a una niña, por favor tengan respeto hacía el ─ Como siempre, la directora contó quien iba a adoptar a una de ellas. ─ Si tiene alguna duda, por favor levanten la mano.
Una de las niñas, de apellido Misono levanta la mano, y la directora la señala.
─ ¿El señor Kanroji tiene esposa? ─ La directora traga saliva ante aquella pregunta, era una pregunta muy entrometida aún no sabiendo si la iban a adoptar a ella, aunque siempre tenían el vocabulario elegante que la anterior niña de siete años aún no se había aprendido.
─ Aún no planeo tener esposa, solo una hija me haría feliz ─ El señor Kanroji respondió por la directora, con una cara serio que le daría miedo hasta la menos santa de las niñas.
─ No creo que con esa cara se pueda ser feliz ─ Soltó la niña de cabellos rosas y verdes, la directora la reprendió con la mirada, pensando en que tipo de castigo le daría, aunque al señor le sacó una pequeña sonrisa a penas visible para cualquiera.
─ ¿Como se llama la niña de pelo rosa?─ La directora fruncío el señor, haciéndole preguntar al señor que había dicho, y respondió con lo misma pregunta: ─ ¿como se llama la pequeña con el pelo rosa?
─ e-eh, aún no sabemos como se llama, no tiene registro de nacimiento, tampoco hay conocidos de la niña y ella no nos quiere decir su nombre. Lo único que sabemos es que su apellido es Midoriya, su padre la abandonó y su madre murió en un accidente de auto. No creo que le interese. ─ la directora movia las manos mientras hablaba de forma nerviosa y impaciente para que el señor Kanroji cambiará de niña de que hablar.
Ahora el joven escritor era el que fruncia el seño, nunca en su vida había pensado que alguien le daría una orden como no interesarse en una niña específica para adoptar, aunque la directora pensaba que tenía la intención de demandar al orfanato por el irrespeto de la niña.
