Capítulo 1

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Elena.

La historia de  mi reinado comienza mucho antes de que yo naciera.Fui la tercera de cuatro hermanos, los nombres de mis hermanos mayores son Arturo y Octavio.Yo soy la tercera y mi hermanito Lí el cuarto.
Mis dos hermanos mayores eran hijos de la primer esposa de mi padre, está al ser desterrada mi padre se casó con mi madre a la cual le lleva treinta años de diferencia.
Mi madre me tuvo tres meses después de su boda, y me puso por nombre Elena; creo que se inspiró en la Elena de Troya.
Bueno el tiempo pasó y mi madre tuvo a mi hermano Lí, yo para ese entonces acababa de cumplir 16 años era en la etapa que mi belleza empezaba a ser muy notoria, aunque yo no me daba cuenta de que tenía a todo el palacio lanzando su suspiros por mi.
Después que nació mi hermano, mi madre estaba "muy débil ", o eso es lo que nos hicieron creer a mi padre y a mi."Después de la muerte de mi madre", mi padre el emperador 
Antonio I nunca más se casó, ya que la pérdida de mi madre le dolió demasiado y su único consuelo éramos Lí y yo.

Pasados los días de luto, comencé a interesarme por la política, así como el manejo de armas y las guerras de nuestro pueblo; por tanto hablé con el emperador para que me pusiera al servicio del general Arelius , y se encargarse de mi formación militar, al principio protesto diciendo: —Eres demasiado joven y eres una princesa. Yo lo mire fijamente y dije:—se que soy mujer y que dudas de mi capacidad pero te prometo que no te fallaré.Mi padre me miró unos segundos y dijo:General Arelius.
Las puertas del salón del trono fueron abiertas y entró Arelius con aire de conquistador; al llegar cerca del trono hizo una reverencia a mi padre y luego hizo otra reverencia hacia mí.

—¿Me llamo emperador?

—Quiero que te encargues de la formación militar  de mi hija.

Arelius me miró boquiabierto , nunca se imaginó que yo me interesara por las armas y mucho menos por la guerra, él intentó protestar.

—Pero señor yo creo que...

—¡Silencio!.Dijo mi padre.—Se hará como lo he ordenado y no quiero escuchar ninguna palabra, ahora déjenme solo. Los dos hicimos una reverencia y salimos de la sala del trono.

La noticia de la princesa guerrera  viajó más rápido que la luz, tanto que en todo el imperio no se hablaba de otra cosa,más que de mí.

General Arelius

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General Arelius

Las crónicas de la Emperatriz ElenaWhere stories live. Discover now