∆Capitulo: 3

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Lo sé —aseguró él, acariciando su hombro. Has hecho muchas cosas buenas para los bomberos. Tu padre se sentiría orgulloso.

En su interior, los pensamientos se aceleraron. ¿Ciara había ocultado sus sentimientos por él durante semanas? ¿Meses? ¿Años? Todo porque creía que él habría elegido a Angélica sobre ella.

Tal vez... ella había estado en lo cierto, hasta hace unos días. Antes, no había sido capaz de dejar ir a Angélica. Había sido como un fantasma inquietante él. Muchas veces se había cuestionado que era lo que hizo mal como para ahuyentarla. Ver otra vez a Angélica le había permitido entender que no había hecho nada malo. Ella no había sido capaz de amarlo ni sentir devoción por él hacía cinco años. Habían estado equivocados el uno con el otro.

Pero tal vez si Ciara hubiera hablado antes,
la habría mirado con otra luz y decidido dejar de lado el pasado. En realidad no
importaba ahora.

Todo lo que importaba era que Ciara le había abierto los ojos. De hecho, no podía dejar de mirarla.

Um, espero que no te sintieras rechazada
antes, en el vestíbulo. Él la miró, viendo su
reacción. Si es así, no estuve haciendo las cosas bien.

Ella se ruborizó. Dios, adoraba esa piel pálida.

Um, no. Eso fue increíble.

¿Nos has imaginado antes, juntos?

Su mirada se deslizó lejos y un nuevo rubor se extendió hasta sus mejillas, pero ella asintió.

Más que un par de veces.

Ciara tenían una ventaja sobre él allí, pero Royce estaba dándose cuenta que él tenía más experiencia. Y su mente estaba mucho más sucia. Sin embargo, sentía curiosidad.

Dame algunos ejemplos.

Ella se encogió de hombros.

En un domingo lluvioso, me imaginé que
podíamos acurrucarnos juntos y ver un partido de fútbol o una película. A veces, cuando estoy cocinando sola, te imagino en la cocina conmigo, con un vaso de vino, tal vez cortando verduras o rociando la carne. Y pienso en ti a mi lado en la cama, abrazándome a medida que me quedo dormida.

Algo melancólico cruzó su delicado rostro y Royce se detuvo. Las fantasías de Ciara no eran sólo sexuales. Eran domésticas.

¿Por qué la idea de ser tan íntimo con Ciara
no le hacía entrar en pánico? Estaba cerca de los treinta años. Tal vez estaba teniendo algún instinto natural para asentarse finalmente. ¿O estaba bien con la idea porque se sentía cómodo con Ciara? ¿Porque le gustaba mucho?

Mientras se ordenaba a través de la maraña de pensamientos y emociones que sentía, ella empezó a deslizar un dedo, juguetonamente, desde su nuez de Adán hacia el pecho, por su abdomen, hasta llegar a su polla. Antes de que incluso hubiera llegado a su destino, se había puesto ridículamente duro otra vez. El deseo se encendió como un fogonazo a través de él, calentándolo de adentro hacia afuera. Cada célula de su cuerpo le exigía que se pusiera sobre ella, entrara de nuevo, y la tomara una vez más.

No ayudó a su auto-control que ella envolviera su pequeña mano alrededor de su polla y le acariciara muy lentamente, él se estremeció y gimió.

Jesús, ¿estás tratando de deshacerme?

Ciara le echó una mirada maliciosa por
debajo de sus oscuras pestañas, con los ojos castaños brillantes. Algo en su pecho se apretó.

¿Está funcionando?

Perverso Para Amar (Terminada)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora