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Capítulo 4 - ¡Jamás confías en mí!

—Por favor, Dom— dijo acercándose al mencionado. —Solo déjame tomar el chip y yo se los llevaré.

—Vince, sabes que Dom no aceptará eso— le advirtió Laila.

—Se lo darán a Reyes y todo quedará claro— insistió Vince, apesar de que Laila le dijera que Dom no lo dejaría hacer eso, por nada del mundo.

—Lárgate— le ordenó Dom, Vince ni siquiera podía creer lo que su amigo acababa de decirle.

—¿Qué?— pregunto desconcertado ante su petición.

—¡Largo!— volvió a repetir Dom.

Vince asintió con cierta molestía o tristeza, no era capaz de creer como su amigo no confiaba en él, otra vez, camino a pasos lentos hacia la salida, pero se detuvo cuando Laila hablo.

—Vince— le llamo la chica. —Sabes que no tienes que irte, ¿Cierto?— le dedico una leve sonrisa. —Dom está molesto ahora, pero lo olvidará, ya lo sabés.

—No, Laila, no— contestó con un tono seco. —El jamás quiere escucharme— siguió mirando a Laila, siendo incapaz de voltear a ver a su amigo. —Ni cuando le dije que él era policía, ni ahora— apunto a Brian, Laila no supo que decir en ese momento, pues Vince tenía razón aunque no solo había sido Dom quien no le creyó, sino también ella, lo cual la hacía sentir algo culpable.

—Eso fue hace años— dijo Mia intentando calmar el ambiente, pero no sirvió de nada.

—¡Jamás confías en mí!— está vez Vince volteo a ver a Dom. —Y míranos ahora, nuestra familia— los presentes entendieron aquello inmediatamente, ya no estaban todos los que solían estar y aún Mack apesar de no haber estado con ellos en ese tiempo, lo sabía todo gracias a Laila. —No regresaré a casa jamás, ¡Tus hermanas están condenadas a esta vida!

Vince estaba ya demasiado molesto que ni siquiera tomaba en cuenta de lo que decía, por más que fueran ciertas, no era lo mejor decirlo, no en voz alta.

Mack se acercó más a Mia, puso sus manos sobre los hombros de la chica, haciéndole ver qué el estaba para ella, miro de reojo a su mejor amiga, Laila, le dedico una sonrisa, quería que ella también supiera que la apoyaba a ella, que las apoyaba a las dos, sin importar que, ambas eran su familia, y en su familia también iba incluida Dom, Brian, y por más que apenas conociera a Vince, también lo llegaba a considerar parte de ella, al igual que a Rosa y al pequeño Nico.

—¿Dónde está Jesse?— Laila suspiró y trago saliva, «¿Por qué ahora?». —¿Hemos vuelto a ver a Leon?— «No» pensó Laila. Dom seguía sin hablar, aquello hacia efecto en él, pero podía soportarlo, sea lo que fuera que sintiera en aquel momento. —¿Dónde está Letty, Dom?— esa fue la gota que derramó el vaso, al menos para Dom. —¿Dónde está Letty?— Dominic titubeó, intento responder algo, pero no lo hizo o más bien no pudo, Vince al ver qué su amigo no respondería nada se marchó sin decir nada más.

—Dom— dijo Laila acercándose a su hermano, pero antes de ello le hizo una seña a Mack de que se llevará a Mia. —Por más que odie aceptarlo, Vince tiene razón.

Mack hizo caso y llevo de vuelta a Mia a la habitación de la cual minutos antes habían salido ambos, no fue tan difícil, pues ella también sabía que era mejor dejar ahora a Dom. El único que se quedó afuera aparte de Dom y Laila, fue Brian.

—¿De verdad?— cuestionó con amargura.

—No intento culparte, ni él tampoco— aclaró Laila. —Ninguno de los dos le creyó a Vince aquella noche, y antes solía arrepentirme de ello.

—¿También crees que no confío en él?

—No lo sé, Dominic— respondió sin ninguna muestra de molestia o tristeza, Laila exactamente no estaba del lado de Dom ni el de Vince, estaba en medio, como siempre solía hacerlo Mia. —Solo se que el es nuestro amigo, el es nuestra familia y como él lo dijo, es uno de dos que aún nos queda.