RECONQUISTANDO A MI EX

CAPITULO 1 CONTRA TODA ESPERANZA

— Yo opino lo contrario-se acerca un poco y la estudia minuciosamente poniéndola en estado catatónico y más aun cuando con voz aterciopelada añade- Estas muy hermosa Sabrina

Ella traga saliva para descomprimir un poco la presión que siente en el pecho y el achica los ojos recordando que ella es claustrofóbica.

— ¿Te sientes mal?- pregunta con verdadera empatía y preocupación llevando una mano a su mejilla y notando su palidez y se siente terriblemente culpable al pensar en todo lo que ha sufrido, el desprecio de su padre, el bulling, el abuso, su abandono y para cerrar con broche de oro la pérdida de su hija

Era sin duda un malnacido que no la merecía pero al mismo tiempo sentía que estaban destinados.

— No- responde casi sin aliento y es una verdad a medias pues si está al borde de un colapso es por él, por su cercanía, por ese espacio reducido donde están tan aislados del mundo entre las cuatro paredes de aquel elevador donde parece durar una eternidad al llegar a su destino y que a su vez ella desea que el tiempo se detenga y quedar atrapada en las redes del dragón.

— Lo siento-suelta el de pronto

Sus palabras logran un efecto contrario y ese dolor acumulado y esa rabia resurge.

Cuando te ha lastimado tanto una persona y ella es quien esta delante de ti y se atreve a creer que con un "lo siento" se borra todo, la cuenta esta saldada y así el poder seguir adelante con una conciencia que no le recrimine, eso solo, son palabras vacías, palabras que hieren más, palabras que se vuelven amargura e hiel.

— ¿Por qué?-pregunta a la ofensiva.

Ella manifiesta un desagrado que le resulta imposible soportar, que hiere, que rompe.

Sabrina se aleja de el como si fuese un monstruo y es así, pero hasta el rey mas malvado merece la redención y por eso mendigo clemencia.

— Por lo que hice en el pasado, por dejarte, por lo que sufriste.

Un nudo se forma en la garganta de Sabrina y los ojos le arden cuando el dolor se hace vivido. Desvía la mirada y el ahueca su rostro obligándola a sostenerle la mirada.

Ella intenta alejarse y el le ruega;

— Sabrina no me pidas que me aleje de ti, son muchos años en agonía, pretendiendo vivir pero solo existía como un sediento que busca un oasis en medio de un desierto, he vagado por mil años buscando el regreso a ti, la única persona que puede salvarme, sanarme, que puede hacerme feliz.

La envuelve en sus brazos y le suplica

— No vuelvas a alejarme de ti

Se produce un silencio y el espera su respuesta anhelando se abra una esperanza sin embargo la siente tensa. No se separa pero hay sin duda una brecha, una pared que ella mantiene levantada entre ellos.

— Ya me he alejado- farfulla matando toda esperanza

— No- se niega a aceptarlo y la mantiene apretada contra su cuerpo.

Ella respira ahora con fuerza y ahora la esperanza se esfuma cuando ella lo empuja alejándola de el al tiempo que le grita con furia:

— Sigues siendo un maldito egoísta que solo piensas en ti, que miente, que hace daño

Sus palabras han salido como dagas filosas por su boca y le producen una herida sangrante y profunda en su pecho.

A ella parece que se le ha acabado el aire y aspira con dificultad, sus ojos están desorbitados y todo su cuerpo tiembla, aspira y expira y finalmente continua en un tono más sereno pero no menos hiriente y lleno de odio vivo.