Era Merodeadora - Preferencias

Sirius Black

 - Yo lo siento tanto, en serio.

- ¿Qué sientes? ¿Qué me hayas engañado o que me haya enterado?

- Isa yo...

- Deja de decirme Isa, me engañaste... 

- Yo...

- No quiero escucharte - exclame con lagrimas en los ojos. 

- ¡Lo lamento! estoy completamente arrepentido - trata de acercarse, pero retrocedo. 

- Me voy - murmuro para luego darme la vuelta dispuesta a irme. Sirius me sujeto de la mano, pero sentir su mano junto a la mía me incomoda, aparto mi mano de inmediato, entonces el me toma del brazo impidiendo que me valla. - ¡Suéltame! - grite llorando. 

- ¡Solo escúchame! - estaba desesperado - por favor. 

- No quiero escucharte - susurro la joven con la voz quebrada - no quiero hablar contigo.

- No me digas eso, no lo hagas - su labio inferior comenzó a temblar y las lagrimas comenzaron a mojar la perfecta piel del chico - yo te amo Isa - miles de pensamientos pasaban por la mente del chico. Sirius la quería a ella. No podía dejarlo. 

- No, no lo haces. Si me amaras no me hubieses engañado, es estúpido que hagas este show ahora. Entiende que tu fuiste el que termino con todo esto, en el momento que estuviste con ella, se termino todo. Ahora, te pido que me dejes ir.

- Isa...

Me suelto de su agarre y comienzo a caminar con rapidez, quiero llorar a mas no poder. Llegó a mi sala común y subo con rapidez a mi habitación, al llegar a ella ignoro a mis compañeras y me dirijo al baño. 

Es ahí donde rompo en llanto, pensando en todas las veces que lo vi y pensé en lo afortunada que era porque el me quería. Sin embargo ahora mismo yo, Alice odiaba a Sirius Black, pero había alguien a quien mas odiaba y era a mi misma.  

Me odiaba.

Me odiaba por pensar que alguien como él realmente estaría interesado de verdad en mi. 

Por pensar que yo le podría gustar por ser como soy. 

Por pensar que era suficiente para él. 

Por pensar que el me tomaría en serio. 

Por pensar que era lo bastante linda.