Sueño del Otoño （ Mis años en España) by Feng

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El verano volví a Torrevieja .

Me fui al restaurante de mi tío, pero al parecer se había ido de compras, y al preguntar por Qiu Meng, me dijeron que se había ido con su familia a Valencia para abrir una tienda o algo así.

Cuando me dispuse a irme, vi a mi tío entrando calgando de bolsas.

Al saber que ya había dejado de estudiar, tampoco se mostró muy sorprendido, y al quedarse un rato pensativo, me dijo

¨La verdad es que siempre he pensado que los estudios no puede garantizarte nada. Imaginamos que hayas gastado por lo menos 4 años en la Universidad, esforzandote en estudiar y vencer la dificultad de idioma.Y al salir de allÍ ya tienes cierta edad, pero todavía eres un don nadie, puede que todavía no tienes novia y la posibilidad de encontrar el trabajo que tenga que ver con tu carrera es muy poca. Mientras los otros chicos chinos de tu edad que están aquí, que no tienen estuidos ni nada, ya tienen tienda, coche y casa, incluso han organizado familia. Ya que has decidido no seguir estudiando, lo que tienes que hacer es no pensar mucho, tienes que entender que a la gente no le importa ni lo que pienses ni lo que sientas, sino quién eres y lo que tienes. Si de verdad te gusta una chica , ya sabía que te gustaba Qiu Meng , la que tienes que dar es la seguridad . ¿ Y en qué consiste la seguridad ? Pues cosas tangibles como coche , tienda ,casa, y lo único intangible , pero algo muy importante es la capacidad de uno en la vida práctica.

Las cosas bonitas que dices y escribes, puede que las haces conmover en unos minutos. Pero una vez a la vuelta de la realidad, son cosas carentes de inteligencia y fuerza. Ya que te gusta leer, seguo que has oído una frase: Cuando la pobreza llama la puerta,la felicidad huye por la ventana.

¿Sabes, FENG ? En este mundo sólo hay dos tipos de personas: los que poseen y los que no tienen. Mientras los primeros andan cómodos y despreocupados, los segundos siempre se sentirán inquietos y sedientos.¨

La verdad no fui al restaurante de mi tío para que me aconsejara sobre mi futuro desde el punto de vista realista, aunque él lo hacía quizás con toda buena intención de mundo. Después se quedarme un rato, le di las gracias y me despedí de él.