Robotech, la tercera generación: historia alternativa

Capítulo 1: La revelación

Habían pasado ya 6 meses desde que Scott Bernard, teniente comandante de la REF, División Marte, había llegado a la Tierra. Habiendo sido criado en el espacio, era la primera vez que se encontraba en el planeta. Su misión era llegar al Punto Reflex, sede desde donde la Regis comandaba a su ejército de Invids para destruir a la humanidad. Ya llevaban 20 años de invasión, demasiado tiempo. Scott había crecido en ese ambiente de luchas continuadas, sus padres, también soldados al mando del Almirante Rick Hunter, lo habían educado para ser también un guerrero, con la esperanza algún día de dar libertad a las generaciones posteriores. Pero no habían contado con el carácter pendenciero y traidor de la raza invid. Emboscados en el espacio, toda la tripulación había sido eliminada y la nave destruida. Sólo Scott había sobrevivido, y ahora se encontraba en la Tierra con un grupo de resistencia que lideraba desde hacía 6 meses hacia el éxito de su misión. Eran simplemente civiles valientes que también deseaban la libertad: Primero había encontrado a Rand, un joven de 17 años, pelirrojo, de aspecto desaliñado. Se había mostrado como un campesino, con conocimientos de supervivencia. Aunque se veía siempre sonriente y de aire relajado, era poco lo que el grupo sabía de él. Ni siquiera conocían su apellido. "Sólo Rand", había dicho al presentarse. Desde luego no era algo que a Scott le preocupara. Como soldado que era, sólo buscaba guerreros funcionales. No pretendía crear vínculos: su única misión era derrotar a la Regis en punto Reflex y recuperar la Tierra.

Rook Bartley había sido la segunda integrante en incorporarse al grupo... o mejor dicho, ella los había encontrado al salvarlos de una muerte segura. De la misma edad que Rand, también había crecido cuidándose sola, y formando una coraza difícil de romper. No necesitaba de nadie, y mucho menos un hombre que la salvara... pero irónicamente, Rand siempre estaba ahí para librarla de los problemas. Los dos mantenían una relación tensa de amor-odio, porque después de todo eran dos caracteres muy diferentes.

Annie Labelle era una niña de 12 años, huérfana, de enormes ojos azules que le daban un aspecto alegre, muy habladora, impetuosa, entusiasta y de espíritu libre. La razón de unirse al equipo había sido más una forma de protegerla de que no estuviera sola, pero pronto se convertiría en el punto de energía que hacía avanzar al grupo, además de su habilidad para conseguir lo que se propusiera.

Lunk y a Lancer se les unieron en el mismo pueblo el mismo día. Lunk había sido un soldado. Su nombre verdadero era Jim Austin, pero le decían Lunk por su aspecto tosco. Había pertenecido a las Fuerzas Expedicionarias y era ingeniero de biomantenimiento, lo que lo hacía sumamente valioso para mantener los vehículos en buen funcionamiento. Lancer Belmont, por su parte, había sido miembro de la División Marte de la Fuerza Expedicionaria. Utilizaba una identidad como cantante de rock con el nombre de Yellow Dancer, identidad que había creado para pasar desapercibido ante los invids.

Ya llevaban 6 meses intentando desarticular las distintas colmenas con las que se encontraron camino al Punto Réflex, y a pesar de la resistencia de Scott por crear vínculos, se sentían una familia. Con Rand tenía las mayores diferencias: su aire relajado y despreocupado no encajaba con la idea de responsabilidad de Scott. No era capaz de entender que de los seis Rand era el único que nunca había recibido formación militar. Solía seguir sus instintos, y su impulsividad podía meterle en muchos líos o sacarle de ellos. De cualquier modo, era un integrante valioso en el equipo. Pero Scott, habituado a lidiar con todo tipo de personas había aprendido a desconfiar de todo y de todos. Aunque ninguno de los cinco le había dado muestras de que debiera dudar de alguno. Pero Rand era distinto. Parecía transparente en su forma de hablar y actuar, pero tenía un secreto, para empezar su intento de ocultar su pasado. Scott sabía que alguien que ponía tanto empeño en ello era por dos razones: o era doloroso o implicaba problemas. Aunque a medida que lo conocía, se había decantado por la primera opción, por lo que había decidido dejar de presionarlo para averiguar más sobre él. A medida que pasaban los días y los seis se acercaban más en la convivencia, habían conocido cada vez más el uno del otro. De Rand sabían que era huérfano. Había perdido a sus padres hacía unos años, y tenía una hermana melliza que había sido asesinada por los invids pocos meses antes de encontrar a Scott. Esta revelación había sido hecha una noche durante la cena y un momento de relax, en que Annie, inquisidora como sabía ser, había insistido en preguntar a todos sobre sus familias.