Ella...🌼 (Estrella Weber) ✔

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Ella era la chica por la cuál podrías llamarla por lo diminutivo. No tenía ningún conflicto sí la considerabas pequeña, porque así de pequeña era tal cuál de dulce, similares a todas aquellos envoltorios con sabor a miel; así era solia ser ella; porque también le agradaban los caramelos y cuando sus glándulas gustativas sentían tan bella sensación sonreía angelicalmente aún pisando tierra. No tenía aureola, ni tampoco el contorno de su cuerpo contenía brillos amarillentos qué caían cuando caminaba, solamente existía dejando flores por cada rincon. El aroma era extraño, pero necesario para jamás olvidarse de qué ella estuvo en ese lugar. Su temperamento se cubría detrás de una capucha rosa pastel y su mirar atento coincidía con el pasar de la caminata. Nadie se sorprendería si la palidez de su rostro diera una pequeña sensibilidad a tu cuerpo, ni qué sus mejillas regularan el nivel de su extrema timidez, ni mucho menos qué su sedoso cabello danzara con la brisa formando un escaso camino de belleza única. Ella obtenía una peculiaridad especial al nombrar a la belleza, no sólo se trataba de lo exterior, sino de algo más profundo, más discutible. Tenia la capacidad de hacerte estremecer con las observaciones que daba con aquella lindura. "Una niña buena, un ángel" expreso la sociedad cuando les daba curiosidad saber sobre la bondad y así solía ser el significado de ella. Una definición compleja, pero con mucha razón. Podias compararlos con aquellos ángeles volando sobre tu cabeza mientras duermes. 
Ella era la protección para las energías malignas, para lo encubierto y lo que te arde hasta quemarte. Su cuidado es incondicional, su amistad es incondicional, todo para ella lo era. Nunca lo aprendió, lo trajo al nacer. Por ese motivo, el universo le decía que era "todo lo qué estaba bien". Son sentimientos puros qué la vida le entregó y el alma de su hermana llegó a complacer su estado al entablar una conversación con su espíritu en el balcón. Las dos comparten la misma vibra, comparten una vida sin qué la otra no este, porque Estrella sabe qué la cuida desde el amor dado y los Weber son fortaleza. Los te amo son sinceros y los te quiero muchísimo más. Son el significado de unión. Hamilton lo comprobó al besar los labios rosados de esa rubia. Supo que sabían a vainilla y qué eran inolvidables. Llenó su propia candidez, reino en cada rincón de su mente y formaba una sensibilidad impresionante sobre su cuerpo. Su corazón tenía razón y se había sacado el temor de estar junto a ella, porque ella, sí, ella era igual de bonita como las canciones de Taylor Swift. Our song era su canción favorita. Repetía el escribillo con esmero, con una suave voz, con delicadeza y los pinceles se encargaban de deslizarse con el poder de crear magia. El sol estaba a su favor jugando con los tonos de las pinturas más coloridas qué pudiese haber encontrado. Ella le favorecía todo, las mascotas se le acercaban, los niños también y ahora el arte. Hamilton escogió a una buena chica, aunque en ese momento los dos eran solo extraños tratando de la mejor manera de qué algún día se encuentren y por suerte lo lograron. Pues…los milagros son presentes, existen. Para ella sí lo son. Cree en las almas gemelas, cree qué Kiara y ella lo son. Se qué no suele andar con cualquiera, pero lo intuye, se arriesga y lo analiza con perseverancia. Quizá al avanzar podrá finalmente observar con cautela la calidad de sus palabras y enamorarse. Ella odia ser así, enamoradiza. Siempre soñó con príncipes, pero nunca se conformó con poco; su fantasía se basaba en expectativas altas: famosos; sin embargo, cuando encontró a Stevie no lo cambió por nada. Vio su poder, en el reflejo de lo mucho que se parecían y lo entendió todo; ella se dio cuenta. Lo salvo, ha rescatado a tanta gente con tan solo sonreirles y el alma de su hermana se lo ha dicho. Entre lágrimas, tocó fondo, se le crujió el corazón y siguió creando pasos infinitos. Ella, es la definición de una chica llamada Estrella Weber. La definición de que se necesitan más personas como ella en el mundo. 

16 de enero de 2012