El doctor Yan los veía nervioso ante el pedido de la pareja de que él lo operara, mirándome a mí, diciendo que él no había hecho la primera cirugía y no sabía exactamente la condición del paciente. La pareja dijo que lo trasladarían a otro hospital, lo cual no era recomendable, ya que su hijo podía morir antes de tan siquiera llegar al siguiente hospital.

Los detuve, negándoles hacer tremenda locura. – La vida de su hijo está en juego –dije rápidamente, mirándolos a ambos. –Lo sé, sé que no confían en mí en absoluto, pero la vida de su hijo es más importante. Yo realice la primer operación, se mejor sobre su condición abdominal. Soy el doctor adecuado para la operación. Se los aseguro, con mi conocimiento haré todo lo posible para salvarlo.

Ellos dudaron, el doctor Du les dijo que tomaran una decisión de inmediato, ya que los signos vitales de su hijo son extremadamente inestables. Comenzamos a impacientarnos, cada segundo cuenta en esto. El doctor Yan los apresuro, diciéndoles que su hijo podría morir si no se apuraban. Finalmente el hombre cedió. – ¡Bien! – grito. – Te daré una última oportunidad. Si... si mi hijo muere, no te dejare vivir.

– Gracias –dije rápidamente, indicándole al doctor Du que preparase todo para la operación. Indicándole al doctor Yan que debíamos movernos, fui detenido por el hombre de nuevo. Dejo su mano en mi hombro hablándome más calmadamente, su esposa pedía que salvara a su hijo.

El hombre tenía un claro gesto de suplica. – Contare con usted –dijo. Arrodillándose ante mí, lo cual rápidamente me hizo sostenerlos de los brazos para que no lo hiciera, pidiéndole que se levantara. Le pedí al doctor Yan que lo sostuviera, mientras corría junto con los demás hacia el quirófano.

Había logrado estabilizar al paciente, la operación había salido bien y sin complicaciones; ahora debíamos esperar

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Había logrado estabilizar al paciente, la operación había salido bien y sin complicaciones; ahora debíamos esperar. Casi creí que no lo lograría, pero lo hice. Los nervios que tenía al entrar en el quirófano se fueron apenas tome el escarpelo; confié en mí, confié en que lo salvaría. Fueron largas horas, pero lo había logrado, ahora teníamos que esperar la evolución del paciente.

Estábamos en el pasillo, Gao Xi, una enfermera, el doctor Du, Yan y yo, esperando por los resultados. La espera nos estaba matando. El subdirector Gao y el director estaban con el paciente en la habitación, junto con sus padres, esperando por alguna reacción. Nosotros no oíamos nada desde afuera, lo cual aumentaba la intriga por saber si el paciente sobrevivió o no.

Casi diez minutos después, el director y el subdirector salieron de la habitación, todos nos acercamos para saber cuál era la evolución del paciente. Ambos tenían expresiones de alivio, lo cual nos dio esperanzas. El subdirector se acerco a mí, dejando su mano en mi hombro en señal de felicitación. Sentí que volví a respirar. El director se acercó a mí. – La operación fue un éxito –dijo dándome también una felicitación. –Bien hecho.

Sonreí aliviado, sintiéndome mejor.

El doctor Yan me felicito con su pulgar arriba, todos teníamos expresiones de calma y felicidad, después de tanto tiempo de espera. Poco después el padre del paciente salió, acercándose a mí. – Dr. Gu, mi hijo quiere verlo –dijo. Con un movimiento de cabeza hacia él, ingrese a la habitación, viendo al paciente medio consciente.

ᴸᵒ ⁱⁿᵉᵛⁱᵗᵃᵇˡᵉ - [ChenWei]Where stories live. Discover now