Capítulo 38 |Perdida.

Comenzar desde el principio
                                    

—¿Te escuchaste? - Mahidevran se giro ofendida — Por algo quieren a mi Mustafa y es porque siempre fue respetuoso con ellas.

—No se meta Mahidevran, mi madre tiene razón, yo no las considero mi familia, si me reverencio y las saludo es por mi padre, pero a mis ojos son solo unas víboras que no quieren a sus demás sobrinos - Iskender realizó una reverencia algo tensa y s...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No se meta Mahidevran, mi madre tiene razón, yo no las considero mi familia, si me reverencio y las saludo es por mi padre, pero a mis ojos son solo unas víboras que no quieren a sus demás sobrinos - Iskender realizó una reverencia algo tensa y salió, Nükhet sonrió.

—Esto de hoy no se olvidará mañana - la rubia hablo con tranquilidad aquello hizo enfadar a las tres mujeres enfrente de ella.

—Cállate Nükhet, ¿Así educas a mis sobrinos?

—Sí, son unos leones defendiéndose de unas cascabeles - las tres le vieron ofendidas —Incluso Ibrahim que es un esclavo prefiere a Mustafa, los hace a un lado, les ve inferior, así que desde ahora no busquen o llamen el nombre de mis hijos, yo misma pondré a Iskender en lo alto para que jamás lo vean de menos - Nükhet realizó una reverencia y salió de ahí.

Juraría vengarse de todas ellas y las haría sufrir muertes dolorosas.






















Fatma mordió su labio con tristeza, Mustafa lloraba en silencio y eso le rompía el corazón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fatma mordió su labio con tristeza, Mustafa lloraba en silencio y eso le rompía el corazón.

—Fue mi culpa utilizar una espada real, debí de utilizar de madera, es mi culpa.

Fatma miro de reojo a Fidan y asintió, todos estaban concentrados en Iskender, los demás estaban indefensos.






























Fatma miro de reojo a Fidan y asintió, todos estaban concentrados en Iskender, los demás estaban indefensos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐔𝐧𝐚 𝐣𝐨𝐲𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨 | 𝐒𝐮𝐥𝐞𝐲𝐦𝐚𝐧 𝐈© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora