4 - Sofía Miller

Start from the beginning
                                    

— Carajo — gruñí — encima vine y se pone hablar con ella frente a mí como si no existiera — murmure.

— ¿Qué haces? — ahogue un grito por el susto que me metió.

Me di la vuelta y ahí estaba la mujer que anhele por más de 3 meses que estuviera junto a mí. ¿Cómo podía verse tan hermosa? Estaba recargada en la puerta, luciendo tan oscura como siempre, quise correr y arrogarme en sus brazos, que me apretara junto a ella como solía hacerlo.

— Intento quitarme esto — apenas podía hablar en su presencia — pero no quiere cooperar.

Se acercó a mí y me rodeo quedando junto detrás de mí, comenzó a quitar los cordones que ataban el estúpido corset, podía sentir como mi cuerpo le agradecía eso.

Cada segundo que pasaba sentía como el aire caliente que salía de su nariz chocaba con mi piel desnuda, mi cuerpo comenzaba a reaccionar a los ligueros toques de sus dedos, mi piel se erizaba y yo solo quería hacerme hacia atrás y recargar mi cuerpo con el suyo, pero debía calmarme.

— Listo — susurro en mi cuello — siempre odié este tipo de corset, mi abuelo tiene la idea de que vivimos en la antigüedad.

— Kamilla — las palabras me ahogaban — perdóname.

Ella se quedó quita en el lugar, solo me miraba, en cambio yo moria de miedo de sufrir su rechazo.

— Sé que es difícil de entender — proseguí — que no merezco que me perdones, ni siquiera merezco que hayas venido a salvarme — podía sentir como las lágrimas comenzaban a salir — pero de verdad nunca fue mi intención lastimarte, no era yo... yo... mierda — no podía hablar — quise advertirte, quise conectarme contigo, pero él lo impidió... fue entonces que todo sucedió.

Me detuve porque sentía que mi corazón se iba a salir, podía sentir como fierros quemando mi piel, quería hacerle entender que jamás le haría nada, sabía como podía explicarle, pero el demostrarle con hechos que nunca quise hacerlo iba a estar muy difícil.

— Yo cuando te conocí jamás supe quién eras, mi espíritu estaba dormido — hable — pero pasando el tiempo contigo fuiste despertándome, aunque muchas veces quise decirte todo, no podía, él no me lo permitía, estaba atrapada en mi propio cuerpo, pero quiero que sepas que todo lo que paso fue porque yo quise, no dudes ni un solo segundo del amor que siento por ti.

— Esa tarde tú dijiste que si me conocías — interrumpió ella — que sabías quién era yo, qué sabías quién eras tú y ahora estás confirmándolo.

— Si lo sabía — acepte — pero no fue inmediatamente cuando te vi, Kamilla me di cuenta hasta que me dijiste que eras tú — quise acercarme a ella, pero la vi dudosa — siempre supe que algo andaba mal conmigo, siempre supe que no era completamente Sofía, mi padre, bueno... el padre, él bloqueo cualquier recuerdo que tuviera de mi vida en el cielo — suspire — cuando tú me dijiste que eras vampiro fue como un clic en mi cerebro, recordé todo Kamilla, pero no podia decir nada, era presa de mi voluntad — explique — cada situación o decisión tomada desde ese momento fue porque yo la quise.

Era mucha información para ella, pero sabía que debía continuar, debía decirle todo lo que siempre quise decirle y ahora teníamos esa oportunidad de empezar las cosas bien.

— Muchas veces luche conmigo misma por poder despertar — limpie mi rostro — pero él me doblego en cada circunstancia, ¿sabes lo que es gritar sin que nadie te escuche? — negó — yo sí, y se siente horrible.

«Cuando él me despertó, fue un caos, mi cerebro se sentía en otra parte, no sabía bien cada cosa, pero justo cuando menciono tu nombre, yo... yo pude asimilar todo, aún tenía los recuerdos de Sofía y Antalia revueltos, pero de algo si estuve segura. Mi amor por ti fue verdadero desde que te conocí... antes de que todo eso pasara, antes de que Alexia muriera, yo hice una prueba de embarazo, me habían informado que las que había hecho semanas antes estaban vencidas. Entonces tomé la decisión de hacer otra»

Mirada CelestialWhere stories live. Discover now