Primavera

456 29 18
                                    

Era un día tranquilo en la capital uruguaya. Roberto Musso se encontraba tocando y probando acordes en su cama, bastante tranquilo.
Aunque su bello ambiente, lleno de música que calmarían a cualquiera, fue interrumpido por su hermano menor, Ricardo. Este le pidió que dejara de tocar, que intentaba echarse una siesta -aunque sean las tres de la tarde-.
No obedeció del todo la petición de su hermano, pues lo único que hizo fue irse del lugar hasta el garaje, dónde volvería a entonar esas notas suaves y encantadoras.

Pero, algo andaba fuera de lugar.
Roberto nunca fue de ese tipo de ritmos, menos si es en una entonación que muchos considerarían romántica. Entonces, ¿Por qué?

Fácil, llego la primavera; y junto con ella, un nuevo sentimiento.
El mayor de los Mussos se había enamorado. Pero, ¿De quién exactamente?

. . .

Los hermanos Mussos y otros dos amigos, Santiago y Álvaro, tenían una pequeña banda. Cuál no tenían un rumbo fijo, solo querían pasarla bien y escribir cualquier cosa que se le pase por la cabeza.
Cada día se empezaban a juntar más y más, cosa que hizo que Roberto y Santiago se vuelvan el doble de unidos de lo que ya eran. No sé sabe porqué ni cuando, pero simplemente la presencia de Tavella era suficiente como para alegrar el día de Musso. Aunque este era tan despistado que ni se dio cuenta que sus latidos se aceleraban cada vez que el mayor le sonreía o abrazaba.

O que sus mejillas se tornaban de un color carmesí y estás se pusieran calientes cada que se le acercaba. O su tartamudeo y nervios cada que Santiago lo jodía con joterias y de más. Si, él era el único que no se daba cuenta ni de sus propias acciones. Ni siquiera el único, Tavella tampoco prendía el foco. Es verdad que por un tiempo se ponía a reflexionar, pero a los segundos se le olvidaba.

Alvin y Riki tampoco tardaron en hacer muchas teorías sobre estos dos, pues entre los cuatro, Álvaro era el más atento -seguido por Riki-.

Pero, ya volviendo al punto. ¿Cómo puedo confirmar aquel sentimiento? Pues parecía que siempre lo iba a rechazar o ignorar.
Bueno, un par de días sin verlo fueron suficientes.

El deseo de sentir sus abrazos, caricias, ver su sonrisa y escuchar su voz, fueron suficientes para que por fin Roberto se diera cuenta de aquel sentimiento que había floreciendo en su interior.

¿No es hermoso como la primavera también trae sentimientos tan hermosos?

. . .

Ya era viernes, y el cuarteto había acordado para quedar a ensayar ese mismo día.
Roberto estaba feliz, hace días no veía a Alvin y, sobre todo, Santiago.

── ¡Gurís! ¿Cómo están? ─ Preguntó yendo a abrazarlos.

── Bien, nada nuevo para contar. ─ Contestó Tavella correspondiendo al abrazo.

── Todo tranquilo, sin mucha preocupación. ¿Y vos? ─ Dijo Álvaro devolviendo la pregunta.

── Todo normal, gracias por preguntar.

── Lo último que vamos a hacer nosotros es normal. ─ Habló Riki metiéndose en la conversación.

── Tenés un punto. Bueno, ¿Empezamos? ─ Preguntó Tave recibiendo una respuesta positiva por parte de todos.

Cómo siempre, un día tranquilo. El grupo se la pasaba de maravilla riendo y tocando sus canciones esquizofrénicas. En un momento, Alvin y Riki se fueron a comprar algo para merendar, dejando Santiago y Roberto solos.

TaveMusso SpaceWhere stories live. Discover now