Capítulo 2 Somos más que amigos

33 1 5
                                    


Liam

Me desperté antes de que sonara la alarma y me levanté sin dudarlo. No soy de las personas a las que les suele costar mucho levantarse o las típicas que ponen muchas alarmas, aunque esta vez me levanté más rápido de lo habitual porque necesitaba ir al baño, todo hay que decirlo.

Había quedado a las ocho menos cuarto donde siempre con Héctor, solo que sabía que iba a llegar cinco minutos más tarde ya que la puntualidad no era su fuerte, así que podía permitirme desayunar con tranquilidad mientras veía las noticias.

Mentira.

Con mis tres hermanas digamos que mucha tranquilidad no se palpaba en la cocina. Estábamos los cuatro sentados en una mesa redonda no muy grande, la cual no soportaba la energía vital de mis hermanas mayores a primera hora de la mañana.

- ¿Me pasas el aceite cuatro ojos? - me dijo mi hermana Madison, la mediana de las tres a la misma vez que me guiñaba el ojo sin yo muy bien saber por qué.

-Dámelo a mí primero anda, que soy la que más prisa tiene, que si llego tarde papá me echa la bronca- dijo Emma, la mayor, con un poco de ansiedad porque debería estar yendo ya de camino al restaurante de papá, ya que trabajaba con él.

-Toma- le dije a la mayor.

- ¡Pero si te lo he pedido yo primero! - soltó de repente Madison con mirada asesina.

-Pobre Liam...- dijo Sara, la pequeña de las tres, mientras miraba el móvil.

- ¡Tú cállate! - gritaron Emma y Madison dirigiéndose a Sara mientras yo me iba de la mesa.

Cogí la mochila y salí por la puerta, aunque estaba saliendo demasiado pronto y me iba a tocar esperar a Héctor, pero prefería salir de ahí ya porque no quería ser testigo de un homicidio a estas horas de la mañana.

¿Por qué son tan diferentes mis hermanas a mis padres y a mí? Los tres somos súper tranquilos, aunque no me disgustaba del todo a veces, ya que les daban vidilla a muchas situaciones y era muy gracioso ver como se peleaban por tonterías, aunque el problema aparecía cuando esas tonterías acababan salpicándome.

-Hey- me dijo Héctor un poco a lo lejos mientras me saludaba levantado el brazo.

-Buenos días, solo has llegado tres minutos tarde, ¿a qué debo este honor? - le pregunté con un tono irónico mientras chocábamos la mano.

-Es el primer día chaval, hoy hay que dar ejemplo, mañana ya volveremos a la normalidad- me dijo con una pequeña risa risueña.

-Bueno, aunque eso no quita que tengamos que darnos prisa si no queremos llegar tarde- le informé y nos pusimos a andar a un paso más rápido de lo habitual.

Llegamos en diez minutos, justo cuando sonaba el timbre que indicaba el inicio de las clases. Como Lorente e Iván no estaban en la cantina, intuimos que ya estaban en clase, lo cual no le gustó a Héctor porque quería hacer una entrada triunfal de los cuatro, cosas suyas.

Subimos a la segunda planta y entramos a clase, donde ya estaba todo el mundo sentado, aunque con las mesas vacías, ya que el profesor estaba encendiendo la pizarra digital.

Iván

-Y yo que pensaba que estabais igual de ansiosos que yo por empezar este precioso año escolar con una clase de Lengua y literatura y me encuentro con que he llegado yo el primero... De los demás me lo esperaba, pero de ti Liam...- dije con un tono vacilante para intentar enfadar a Liam, pero sobre todo para reprochar la impuntualidad de Héctor.

ShinyuuWhere stories live. Discover now