Comencé a comer como si no hubiera un mañana, sentía que se me salía lo cavernícola, como si fuera un león hambriento devorando ese trozo de carne, podía sentir como él tomaba posesión de mis manos y mis papilas gustativas, ¿cómo podía antojarse esto? La vi muchas veces comer este tipo de carne, pero su manera de ingerirlas no eran como las mías, yo parecía alguien sin modales y ella aun tomando sangre se miraba culta y tan sofisticada. ¿Que pensaría si me viera ahora?
- Diablos.
Levante mi vista hacia al frente, era Mackenzie, me miraba con sorpresa y asco, no me quiero imaginar con la imagen que debió presenciar en ese momento.
- Lo siento - traté de limpiarme - son estos antojos.
- Creí que no era cierto - se acercó - pero parece que ese bebe es más vampiro que ángel.
- Oye - me queje - no te atrevas a decirlo.
- Sofía, solo mira como estas comiendo - rio - no quiero imaginar si Kamilla estuviera aquí.
- ¿Cómo? ¿Qué pasaría?
- Tendrías que beber de su sangre - menciono eso y al parecer a mi bebe le gusto la idea.
- Calla - le tapé la boca - no quiero que digas esas cosas, se pone demasiado eufórico cuando dices algo relacionado con ella.
- Es normal - se encogió de hombros - ya tendrás tu momento.
Me traía unas vitaminas y con ella un pedazo de papel poco visible, era nuestra manera de comunicarnos las cosas, tome ambas cosas y las guarde.
- No hagas nada, por favor - susurro - créeme, hago todo lo que puedo, pero cuando leas eso no quiero que hagas nada.
- ¿Qué pasa? - me preocupe.
- Es algo que están preparando.
Por su expresión de cansada y afligida, sabía que era malo y por lo único que podría hacer un caos sería por Kamilla y mi hijo, no tenía por quién más luchar, y si Kamilla no estaba aquí, harán algo encontrá de mi hijo.
- ¿Cuándo? - me atreví a preguntar.
- Esta noche - suspiro - vendrán a entregarte un vestido de gala, te ayudaran a alistarte y bajaras al gran salón, recuerdas el salón - asentí, como olvidar cuando ella me presento ante todos - están todos los líderes de los clanes, y los primos de Kamilla, bueno, ellos no son la mejor compañía para Drácula ahora, se han encargado de llenarle la cabeza diciendo barbaridades de Kamilla.
- ¿Qué debo hacer? - si debía pelear, claro que lo haría.
- No hagas nada - amenazo - estás embarazada, cualquier cosa que hagas pones en riesgo todo.
- No me pidas eso - me levanté - estoy fuerte, ahora sí.
- No - se levantó y me dio un abrazo - cállate y sigue mis instrucciones, cuando algo pase, trataré de sacarte por el mismo lugar que te sacaron hace semanas, tendrás que correr al bosque y esperarme ahí.
- Es peligroso - susurré - estás tomando muchos riesgos, pueden hacerte daño.
- Kamilla lo haría por mí - el tono que lo había dicho se sentía tan nostálgico y con dolor - le debo esto, no sé donde este, pero ella no merece más traiciones.
Me soltó poco a poco y le dio un leve apretón a mis hombros, se dio la vuelta y salió por esa puerta.
Tenía que ser rápida, tenía que estar pendiente de todos, especialmente por los primos de Kamilla y su abuelo, pero ¿qué harían? Mi bebe aún estaba pequeño, faltaban al menos 5 meses y medio para dar a luz, ¿querrán sacarlo antes? No, él podía morir, aunque es vampiro, si su anatomía era diferente claro que lo haría.
2 - Sofía Miller
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