3: Ridículo en el Bernabéu

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Aisha.

Mi reloj marcaba las tres de la tarde y ni siquiera había comido todavía. Acababa de salir del trabajo porque esa charla con Jude me había quitado bastante tiempo y había tenido que recuperarlo luego.

Estaba yendo a paso rápido hacia la cafetería donde trabajaba mi mejor amigo Lucas. Allí solía ir a desayunar todas las mañanas pero hoy había sido una excepción porque me había dormido ya que no me había sonado la alarma porque no tenía móvil. Fui directamente al trabajo pensando que podía estar allí. Qué ilusa.

Cuando llegué a la cafetería llamada "Le Petit Chocolat" en el centro de Madrid entré en ella y el sonido de la campanita de la puerta sonó. Sorprendentemente no había casi gente, eso era raro porque esta cafetería tenía mucho éxito.

Vi a Lucas en una mesa recogiendo algunos vasos. Me dirigí hacia él decidida.

—Lucas —dije cuando estaba a su lado. Le di tal susto que casi se le cae un vaso de cristal al suelo.

—Joder Aisha, como me sigas dando esos sustos vas a conseguir que me despidan si rompo algo —intentaba respirar con normalidad después de asustarse.

—Lo siento, pero necesito tu ayuda.

Lucas empezó a caminar llevando los vasos sucios en su bandeja hasta que llegó a la barra de la cafetería y los dejó allí.

—¿Me estás ignorando? —pregunté indignada.

—Estoy esperando a que me digas si quieres un café, un té o un croissant.

—No quiero nada de eso, tonto —apoyé mis brazos en la barra y me sujeté la cara mirándole.

—¿Y qué quieres entonces? ¿Qué ayuda vas a necesitar de un simple camarero de una cafetería del centro de Madrid? Como mucho te hago un corazón con la espuma del café.

—Necesito que me lleves contigo al Bernabéu —le dije directa.

—¿Qué? —dejó de limpiar la barra y me miró.

—Lo que oyes, necesito ir y tú eres socio del club así que llévame contigo.

—¿Desde cuando te importa tanto el fútbol?

—Desde que un futbolista del Real Madrid  se ha metido en mi teléfono a enviarle mensajes a mi ex como si fuera yo.

—No entiendo nada, Aisha.

—Es una larga historia —dije y Lucas me miró con los ojos entrecerrados.

—¿Ya has comido?

—No, ¿por qué?

—En cinco minutos acaba mi turno. Espérame y vamos a comer juntos así me cuentas todo con detalles ¿vale? —me ofreció y yo asentí.

Me esperé sentada en una de las mesas a que Lucas acabara. Cuando pasaron los cinco minutos le vi ya vestido con ropa normal sin la vestimenta de camarero de la cafetería y en cuestión de quince minutos ya estábamos sentados en la terraza de nuestro restaurante favorito de Madrid.

—A ver si lo he entendido bien... —mi mejor amigo se frotó las sienes—. Ayer en el hospital te chocaste con un chico y se te cayó el móvil al suelo. Hoy ese mismo chico te ha llevado el móvil al trabajo, resultando ser un jugador del Real Madrid y luego has descubierto que le ha mandado mensajes a tu ex haciéndose pasar por ti.

—Exacto —asentí con la cabeza.

—¿Y se puede saber quién es el futbolista?

—Jude, solo sé que se llama Jude.

Style | Jude BellinghamWhere stories live. Discover now