CAPÍTULO SETENTA Y SEIS

En başından başla
                                    

Qué no sea verdad...

El dolor se vuelve insoportable y el líquido caliente que resbala de mi, me hace saber que soy débil.

Mis demonios....

— ¡Te encontré! — es lo último que oigo antes de desmayarme.>>

Me levanto sobresaltada, pero no puedo moverme, unos brazos me agarran dejándome en la misma posición.

— No volverás a huir, principessa.

La mirada del italiano me hiela y cierro los ojos, pero cuando los abro me encuentro con la cara de Christopher, el cual luce preocupado.

— ¿Christopher? — susurro...

— Bonita...— aquello termina por romperme y me suelto a llorar —. Tranquila, ya estoy aquí.

Su voz, su olor, me hace saber que no estoy soñando y la fuerza con la que me abraza me lo asegura. <<Joder>> lo necesitaba y ahora más que nunca, porque este sueño lo único que trae consigo muerte.

— Ellos están bien — asegura —. Ustedes están bien.

No hago preguntas del qué hace aquí, solo me centro en tranquilizarme, no queriendo transmitir mi malestar a los pequeños demonios que llevo dentro de mí, a nuestros pequeños demonios.

— Él estuvo aquí — susurro —. Él lo sabe.

— Sh — me silencia —. Tienes que tranquilizarte primero, bonito.

Lo miro directamente a los ojos, queriendo transmitirle mi preocupación, hacerlo entrar en razón, pero lo único que consigo es rendirme, porque sé que no lograré nada estando en el estado que me encuentro ahora mismo.

Dejo que se eche conmigo en la cama, me refugio en él hasta que siento que de nuevo el sueño me llega y está vez sin malos sueños. 

★・・・・・★・・・・・★・・・・・★

Me levanto a la mañana siguiente sintiendo que me rodean con sus brazos y me levanto sin entender qué sucede.

¿Me acosté con alguien y no me acuerdo?

Hago una mueca al abrir los ojos y lo primero que captó son los ojos tormenta de Morgan, lo que hace que me levante sobresaltada de la cama.

— ¡¿Qué mierda haces aquí?! — grito.

— Tú sabías que estaba aquí ya.

Lo miro sin entender y me coloco mi bata queriendo tapar la pequeña ropa que llevo.

— Me vale mierda entonces —. Me encojo de hombros sin interés —. No tienes nada que hacer aquí, vete.

— Es mi casa — me recuerda.

— Es de Alex Morgan, no tuya.

— En unos años mías al final de todo — habla indiferente —. Es cuestión de tiempo.

— Hasta entonces vete — señaló la puerta —. No te quiero ver aquí.

Me meto al baño cerrando la puerta con fuerza y me recuesto en la puerta queriendo estabilizar mi respiración.

— Mierda — suspiro —. No es justo...

No se como mierda sentirme ahora, me hace mierda, me arma y me desarma las putas veces que quiera y yo me dejo, me deje por varios años y cuando volví deje que lo haga de nuevo, pero no seguiré así, soy Artemisa Walker y no ruego por hombres, ellos deben de rogar por mi.

Entre Demonios [+18]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin