Diez

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Ranpo quería pensar que Mori respetaría el trato hecho con el presidente de la agencia, pero que equivocado estaba.

La oficina estaba hasta la punta más alta del edificio, por lo que hubo muchas oportunidades para Ranpo de escapar de ahí, más Akutagawa no se lo permitió en ningún momento.

Cada vez que lo distraía diciendo que Dazai estaba al final del pasillo aprovechaba para correr en alguna dirección cualquiera.

La primera vez llegó lejos antes de que Rashomon lo atrapara. La segunda vez llegó menos lejos que la primera, y después de la octava vez solo podía dar 3 pasos antes de Akutagawa reaccionara a su escape. Después del décimo intento, Akutagawa no tuvo más opción que usar a Rashomon como correa para niños.

Tomaron el último elevador hacia la oficina de Mori, un elevador que llevaba directamente a la oficina.

Cuando las puertas se abrieron, Ranpo pudo notar que el jefe se encontraba solo. La rubia que siempre lo acompañaba no parecía estar en la habitación, y no sabía si eso era algo bueno o malo.

— Vaya, eso tomo mucho tiempo. ¿Que los retraso tanto? —Preguntó Mori con su típico tono.

— Una charla con usted no es una de mis prioridades, sobre todo si no va a respetar el trato que hizo con el presidente.

Ranpo fue directo al grano. Sabía que a la gente como Mori les gustaba irse por las ramas y al final el tema principal no era recordado. El prefiere arreglar las cosas en el menor tiempo posible.

— Tu no estuviste ahí, ¿Como puedes saber que prometí y que no prometí? Me parecen suposiciones erróneas.

Ambos se miraban frente a frente.

— Si me disculpa... — Akutagawa quiso retirarse de la conversación, más Mori no se lo permitió.

— Aún no puedes irte, tienes que controlar bien a este pequeño gato salvaje que no sabe su lugar mientras te lo ordene — Su tono fue frío, y pronto cambio a la habitual sonrisa.

Akutagawa solo asintió.

— Claro, ¿Como puedo esperar que trate bien a alguien que no está afiliado a la mafia si trata mucho peor a sus subordinados? Como jefe, le falta mucho para compararse con el presidente.

— No necesito compararme con tu querido presidente, mientras haga las cosas de este modo ningún empleado se atreverá a retarme. Eso te incluye a ti, Nakahara Chuuya.

Esas palabras retumbaron en su mente. ¿Era el? ¿O no lo era? Sacudió su cabeza. Solo es la influencia del cuerpo, es como quiso excusarse.

— Puede que esté en el cuerpo de su subordinado, pero todavía se quien soy. Mi nombre no es Chuuya, es Edogawa Ranpo, y tenga por seguro que le contaré al presidente lo que está pasando.

Aunque quiso dar la vuelta y salir de ahí, era detenido por Rashomon, quien mantenía sus pies firmemente en el suelo. Volteo a ver a Aku, pero este sólo miraba para enfrente, sin decir una palabra.

— ¿Que exactamente vas a contarle? ¿Que quiero que tomes los trabajos pendientes de Chuuya y mates a aquellos traidores que lo merecen? Estás en el cuerpo de Chuuya, tus manos seguirán limpias cuando vuelvas.

— Un detective no mata personas por razones tan mundanas ni triviales, ¡No hay ninguna razón que me haría matar a una persona! ¡Ninguna!

No es que no haya experimentado el ver a una persona morir ente sus ojos, pero era un caso tan diferente el tener que hacerlo con sus propias manos. No era algo que el estaba dispuesto a hacer, aún si su propia vida estaba en riesgo.

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⏰ Última actualización: Dec 09, 2023 ⏰

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