Broken heart // Jaden Walton

chapter 29

•Taylor•

Hoy empezaban los entrenamientos de voley.

Alex y Kaylen aceptaron en unirse al grupo así que hoy quedamos a las 8 pm para entrenar en la playa.

Solo teníamos dos semanas para practicar, obviamente no íbamos a ganar, ya lo aceptamos.

Estaba enfadada con Jaden porque ayer tuvimos una discusión, no se ni porque pero la tuvimos.

Me tiene harta, parecía que nos medio arreglamos pero luego nos peleamos por tonterías.

Mi abuelo aceptó en llevarnos a los Walton y a mi a la playa, así se quedaba para ser el árbitro. Le gusta estar fuera de casa, cualquier excusa es buena.

Me puse un top porque no encontraba otra cosa, no son maneras pero solo iba a practicar un rato nomás.

Me hice una coleta alta y esperé a que fueran casi las ocho para irnos.

***

— Bien, vamos a hacer equipos de tres— dijo Jayla.

Nos dividimos bastante desaquilibrado así que mi abuelo acabó haciendo los equipos.

Alex, Jayla y yo contra: Jaden, Javon y Kaylen.

Estuvimos un rato jugando, quedamos 12-10.

Sin querer queriendo le di un pelotazo a Jaden en toda la cara.

Había que devolver el pelotazo, ¿no?

Lástima que no le di tan fuerte como quería, pero le di.

Me maldijo de todas las formas que existen.

A la hora y media paramos de jugar ya que eran casi las 10 de la noche.

Jayla me invitó a cenar a su casa y seguramente a dormir.

Primero fui a mi casa para bañarme y cambiar de ropa y luego ya fui a su casa.

Cenamos pizzas y fuimos a su cuarto a ver películas.

Al rato, Javon se unió.

— Tay— me llamó Javon— ¿por que no vas al cuarto de Jaden y le pides perdón?

— ¿Por que le pediría perdón?

— Por el pelotazo— dijo Jayla.

— Por todo, estan muy raros, se llevan peor que nunca.

— ¿Por que no me pide el perdón?

— Sabes que no lo hará, su orgullo lo impide— dijo Jayla y puso una mueca.

— Y el mio también.

— Por favor Tay, arréglenlo.

— Esta bien, si escuchan gritos me sacan de su cuarto— los dos asintieron y salí de su cuarto para ir al de Jaden.

Cuando llegué a su cuarto llamé a la puerta poco decidia.

Segundos después me abrió pero no me dejó pasar, se quedó bloqueando la puerta.

— ¿Que quieres?

No lo se, no sabía ni que decirle.

— Supongo que quiero arreglar las cosas contigo.

— ¿Supones?

— No, bueno, quiero arreglar las cosas contigo.

— Bien— se echó a un lado— pasa.

— Bueno pues...