Sombra dormilona.

Wakey Wakey.

-Buenos días.- Murmuré adormiladx apenas desperté, como siempre, solo recibí un gruñido leve como respuesta.

La noche anterior habíamos tenido una misión complicada, Velikan estaba exhausto, pero el comandante Graves nos quería despiertos y productivos, así que tendría que levantarlo.

-Despierta, dormilón.- Dije mientras lo sacudía un poco, pero él solo se acurrucó más en la cama y contra mí, cubriéndose con la sábana.

Sería difícil despertar a esta sombra.

Traté de sacudirlo un poco otra vez, no eran movimientos bruscos o fuertes, pero Velikan solo seguía sin levantarse, gruñendo ligeramente para que lo dejara en paz.

-Bueno, si no quieres, no.-

Me levanté de la cama y me estiré un poco, pero apenas pude dar un paso cuando el flojo mercenario me jaló de vuelta a la cama.

-¡Oye! ¡Suelta!- Reclamé mientras trataba de soltarme de su agarre, pero era inútil.

Ahora Velikan tenía su brazo sobre mi abdomen, negándose a liberarme de su firme agarre y presionando su máscara contra mi nuca.

Comencé a forcejear un poco, pero él era más fuerte y alto que yo, ¿Qué uso tenía?

-¡Oh, vamos! Sé que estás cansado, ¡Pero déjame ir!-

Solo recibí otro gruñido leve como respuesta, mientras la sombra presionaba su máscara contra mi mejilla y fingía darme un beso, para después volver a acurrucarse.

Suspiré, era un tierno gesto, pero si la sombra seguía así, llegaríamos tarde y el comandante Graves definitivamente nos pondría un castigo.

Milagrosamente logré soltarme del agarre del mercenario y caí de espaldas al suelo, me lastimé un poco, pero al menos había logrado escapar.

Esto no pareció gustarle a Velikan, ya que trató de agarrarme de nuevo e incluso comenzó a hacer leves gimoteos de perrito, yo solo me levanté y crucé los brazos.

-Es hora de levantarse, sombrita.- Le dije con un tono suave y una sonrisa, tratando de convencerlo.

La sombra me miró por unos segundos bajo sus casco y lentes negros, él estaba acostado en la cama, cubierto por la sábana y mirándome fijamente sin decir nada o si quiera moverse.

Supuse que no iba a cooperar, así que tomé al mercenario del brazo y comencé a jalarlo hasta tirarlo al suelo, yo cayendome también y riendo un poco.

Velikan se rió también y se levantó finalmente, acomodando un poco su casco.

-Yo gano.- Dije con una sonrisa maliciosa, el mercenario solo se rió de nuevo y fingió darme un beso en la cabeza.